Geoff Dyer
Beijing
Las nubes de tormenta se han elevado. Hace sólo semanas atrás que parecía posible que Estados Unidos y China podrían caer en cierta forma de guerra comercial. Ya no más.

Beijing ha indicado que es posible fortalecer su moneda y por ahora, Washington ha retirado su amenaza de etiquetar a China como un manipulador de divisas. China, mientras tanto, se dirige a aprobar cierta forma de sanciones sobre Irán. Por supuesto, ninguno de estos argumentos han sido resueltos, pero ambos países han perdido su tiempo.

Todavía, mientras el gobierno de Obama puede estar complacido de que sus esfuerzos por comprometer a China están comenzando a dar frutos, es mejor preguntar cual es la mejor forma de ejercer presión sobre China. Después de todo, los meses recientes han mostrado, que un Washington agobiado por las deudas no tiene gran impulso directo sobre un Beijing que está nuevamente seguro de sí.

El viaje de Barack Obama a China el pasado noviembre, llamados por algunos como el comienzo del G2, demostró las limitaciones de las conversaciones cara a cara: Beijing está capacitado para convertir tales hechos en elaboradas oportunidades de foto. Y el abierto criticismo del presidente también tiene sus desventajas. El mes pasado, un par de comentarios suaves acerca de la divisa china por parte de Obama provocaron ultraje en China.

Beijing no es completamente inmune a la presión de E.U., todavía a menudo el caso es que mientras más E.U. solicita abiertamente que algo suceda en China, se hace menos posible que suceda.

No obstante, lo que pone a los chinos incómodos es el sentido de estar bajo su propia cuenta. Una de las fuentes de legitimidad para la actual generación de líderes comunistas chinos, es que ellos han hecho que China sea aceptable otra vez en las relaciones internacionales. Como resultado, Beijing está mucho más inquieto ya que parece estar opuesto por las grandes secciones de la comunidad internacional, especialmente de otros grandes países en desarrollo.

Por supuesto, esta es la estrategia que Washington ha estado persiguiendo todo el tiempo sobre Irán, primero ganándose el apoyo aparente de Moscú para las nuevas sanciones antes de usar eso para poner presión sobre Beijing.

Una oportunidad similar está abriéndose sobre el asunto de la divisa, especialmente después que La India y Brasil la semana pasada hicieron sus declaraciones aún más duras todavía a favor de un renminbi más fuerte. En una disputa con Washington acerca de las tasas de cambio, Beijing puede reclamar que atacar a China es una forma deshonesta de evitar las causas nacionales de la recesión. Pero esos argumentos fracasan si otros grandes países en desarrollo se quejan de que una moneda china barata también impone fuertes costos sobre ellos.

China llegó a la conferencia climática en Copenhague con dos líneas de defensa, una parte externa del G77 de los países en desarrollo y una parte interna de La India, Brasil y Sudáfrica. Si E.U. y Europa desean que China contraiga compromisos más fuertes a largo plazo, ellos necesitarán soltar algunos de los aliados del mundo en desarrollo comenzando con los países isleños más vulnerables al calentamiento global.

Hablar acerca de negociar con Beijing en esta forma no significa ceder el tipo de fuerte alianza favorecida por algunos neoconservadores que desean contener una China emergente. Tratar de aislar a Beijing de esta manera es posible que engendre el tipo de China nacionalista agresiva que sus seguidores temen.

Pero esto no significa reconocer que E.U. puede lograr mucho solo con las interminables cumbres bilaterales. Así como también integrar a China en foros multilaterales donde tiene una voz, pero que también tenga que jugar por las reglas. Algunas veces la mejor forma de presionar a China es formar uniones de apoyo ad hoc sobre un asunto específico, especialmente si ellos pueden incluir algunos de los otros grandes países en desarrollo.

Los europeos, como sucede, están teniendo similares conversaciones acerca de dirigirse a La India y Brasil con el fin de negociar con una China más asertiva.

Uno de los resultados de esto, es el incremento del poder de negociación de los otros países del BRIC, los cuales están estos días en el centro de muchos asuntos internacionales. En algunos, tales como en Copenague, ellos decidieron unirse. En otros, ellos han optado por clavar sus narices en E.U. Brasil cree que estará demostrando creciente independencia de la política extranjera cuando el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva visite Teherán el mes próximo.

Pero tal vez una de las rutas más inteligentes para aumentar su influencia es posicionarse entre E.U. y China, lo que puede volverse el nuevo dilema diplomático. 

Las claves

1.  Presión para China 

 Mientras  EEUU puede estar complacido de que sus esfuerzos por comprometer a China están comenzando a dar frutos, es mejor preguntar cual es la mejor forma de ejercer presión sobre China.

2.  Ataque

 En una disputa con Washington acerca de las tasas de cambio, Beijing puede reclamar que atacar a China es una forma deshonesta de evitar las causas  de la recesión.

 3.  En conversaciones

 Los europeos están teniendo  conversaciones acerca de dirigirse a La India y Brasil con el fin de negociar con una China más asertiva.

La demanda de  níquel superaría oferta

Jack Farchy

Londres

Muchos comerciantes esperan que la demanda por el metal le tome la delantera al suministro este año.  Estos no puede dominar la atención sobre el petróleo, el oro, o incluso el cobre, pero al níquel le está yendo muy bien: este ha superado casi todas las demás materias primas este año. 

El metal, usado en la producción de acero inoxidable, ha subido un 42% desde el inicio del año en comparación con aumentos de menos de  5% para el aluminio y el cobre.  Desde su nadir a finales del 2008, el precio del níquel se ha más que triplicado llegando hasta $27,500 la tonelada a consecuencia de la fuerte demanda de la industria del acero inoxidable y las interrupciones del suministro. 

En una indicación del espectacular incremento, el valor del metal en la moneda de níquel de 5 centavos de Estados Unidos, la cual también contiene cobre, ahora queda en 6.2 centavos.

El aumento de precio también tendrá un impacto significativo en los mineros tales como Norilsk Níkel de Rusia y Vale de Brasil, los dos mayores productores que juntos ascienden a cerca de un tercio del mercado, así como también sobre los productores de acero inoxidable tales como Thyssenkrupp y ArcelorMittal, para quienes el costo del metal supera como mucho un 60% del costo final del acero inoxidable.  El fuerte aumento del níquel también ha suscitado el interés de los especuladores, inspirando comparaciones con el año 2007 cuando los precios subieron por encima de $50,000 entre alegaciones de manipulación del mercado.  “Yo nunca había visto una muralla de dinero como ésta”, dice Alex Heath, del Royal Bank of Canada, refiriéndose al interés especulativo en los metales base.  Pero la mayoría de los comerciantes, analistas y corredores, creen que los precios del níquel están siendo propulsados fundamentalmente por el suministro y la demanda. El consenso de la industria es que los precios pueden fácilmente sobrepasar los $30,000 en el futuro cercano ya que muchos creen que la demanda se le irá adelante al suministro este año.  La producción global de acero inoxidable rebotó para combinar su nivel más alto el pasado trimestre en 7.8 millones de toneladas.   

Zoom

Otros factores

Otro factor que contribuye a la febril atmósfera, es que el próximo cierre del Puerto Dudinka en el norte de Liberia desde el cual Norilsk, el mayor productor mundial de níquel, embarca sus exportaciones.

Cierre del puerto

El puerto cierra cada año en junio durante la estación de fundición y Norilsk usualmente preembarca el níquel para cubrir ese periodo. Pero este año hay rumores de  las limitaciones de comercio, de que Norilsk puede no tener suficiente producción para preembarcar todo el níquel que ésta necesita para completar sus órdenes.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE  ROSANNA CAPELLA