En esta imagen, tomada el 7 de mayo de 2020, miembros de la unidad UVI-6 del Servicio de Urgencias de Madrid (SUMMA) trasladan a un paciente durante el brote de coronavirus, en Madrid. Tras ayudar a frenar una de las curvas de contagio más pronunciadas de Europa en la pandemia, los exhaustos trabajadores de ambulancia de Madrid temen que un rebrote de las infecciones pueda significar otro periodo de actividad frenética para los que trabajan en primera línea. AP
BRUSELAS — Varios rebrotes de coronavirus han aparecido en el mundo mientras las naciones intentan compaginar la reapertura de sus economías con impedir una segunda ola de contagios, en tanto que un alto funcionario de la Organización Mundial de la Salud advirtió el viernes que el COVID-19 podría perdurar entre la humanidad por mucho tiempo.
Las autoridades de la ciudad china de Wuhan, donde comenzó la pandemia a finales del año pasado, avanzaban el miércoles para concluir en 10 días las pruebas a los 11 millones de habitantes locales tras detectar un número menor de nuevas infecciones, según reportes.
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En Líbano, las autoridades restablecieron una cuarentena nacional de cuatro días a partir del miércoles en la noche debido a un súbito incremento en los contagios registrados y las quejas de funcionarios de que la gente no estaba acatando las normas de distanciamiento social.
Por su parte, el doctor Michael Ryan, alto funcionario de la OMS, advirtió sobre la posibilidad de que el nuevo coronavirus haya llegado para quedarse.
“Este virus podría no irse nunca”, afirmó en conferencia de prensa. Sin una vacuna, a la población mundial le podría llevar años acumular suficientes niveles de inmunidad, agregó.
“Me parece importante plantearlo”, apuntó. “Este virus podría convertirse en otro virus endémico en nuestras comunidades”, señaló, haciendo notar que otras enfermedades antes nuevas como el VIH no han desaparecido, aunque se han desarrollado tratamientos efectivos.
A pesar del peligro de que flexibilizar las restricciones pueda causar nuevos incrementos súbitos de contagios, las naciones europeas han estado intentando reanudar los viajes transfronterizos, en particular mientras se acerca la temporada de vacaciones de verano en los países cuyas economías dependen de los turistas que atestan playas, museos y lugares históricos.
La Unión Europea presentó un plan para ayudar a los ciudadanos de las 27 naciones del bloque a salvar sus vacaciones de verano después de estar confinados durante meses por el coronavirus y con el propósito de resucitar al golpeado sector turístico en la región. La pandemia ha obligado a cerrar las fronteras en Europa y a cancelar el sostén de los vuelos locales de bajo costo.
El brazo ejecutivo de la UE, la Comisión Europea, presentó sus recomendaciones para cancelar las revisiones de identidad en las fronteras cerradas, ayudar a las aerolíneas, transbordadores y autobuses a mantenerse funcionando al tiempo que se garantiza la seguridad de los pasajeros y tripulaciones, y elaborar medidas sanitarias para los hoteles.
Se desconoce si los países de la UE atenderán las recomendaciones, ya que son ellos, no Bruselas, los que tienen la última palabra en materia de salud y seguridad.
Algunos países europeos han buscado acuerdos bilaterales con sus vecinos.
Austria indicó que reabrirá completamente su frontera con Alemania el 15 de junio y reducirá las revisiones fronterizas a partir del viernes. El canciller Sebastian Kurz dijo que Austria intenta alcanzar acuerdos similares con Suiza, Liechtenstein y otros vecinos del este de Europa “siempre y cuando las cifras de contagio lo permitan”.
El ministro del Exterior alemán, Heiko Maas, dijo que su país levantará una advertencia general contra los viajes a destinos europeos antes que a otros lugares, pero sin especificar una fecha. La advertencia alemana contra todos los viajes turísticos no esenciales al extranjero continúa vigente hasta por lo menos el 14 de junio.
Las naciones de todo el mundo intentan hallar un equilibrio entre compaginar la seguridad de las personas y contrarrestar las severas secuelas económicas. Italia levantó parcialmente las restricciones la semana pasada y registró un gran aumento en los casos confirmados de coronavirus en su región más afectada. Pakistán reportó 2.000 nuevas infecciones en un solo día después de que la agente abarrotara mercados locales luego de que se redujeron las restricciones.
Los países europeos han comenzado a flexibilizar lentamente sus cuarentenas, desde la apertura de peluquerías la semana entrante en Bélgica hasta la reanudación de clases en fecha próxima en Portugal. Pero se están adoptando diversas medidas de seguridad, incluyendo el reducir el número de niños en las clases de preescolar en Bélgica y diversas formas de distanciamiento social.
En Suecia, que ha asumido una actitud relativamente blanda en la lucha contra el coronavirus, al permitir las clases de primaria y el funcionamiento de restaurantes con algunas medidas de distanciamiento social, las autoridades solicitaron a la gente que evite los viajes no esenciales al extranjero y restrinja su tránsito dentro del país.
Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia en el mundo: acumula 1,37 millones de infectados y más de 82.000 muertos, según la cuenta de la Universidad Johns Hopkins.
A nivel mundial, más de 4,2 millones de personas se han contagiado y de ellas 292.000 han fallecido, según Johns Hopkins. Los expertos aseguran que las cifras verdaderas posiblemente son muchísimo más altas.