NACIONES UNIDAS (AP) _ Los presidentes latinoamericanos empezarán hoy, martes, su participación en la 62da. Asamblea General de las Naciones Unidas expresando preocupaciones sobre emigración, desarrollo económico, derechos humanos y globalización.

La lista de temas no parece haber variado en años recientes, pero está matizada ahora por elementos nuevos como las gestiones comunes de los gobiernos de Colombia y Venezuela para un intercambio humanitario de prisioneros con la guerrilla. Para los medios, los presidentes Alvaro Uribe y Hugo Chávez se han convertido en los protagonistas latinoamericanos debido a que al margen de lo que digan en el podio de la asamblea sus actividades complementarias tal vez sean más espectaculares.

Aun cuando no se ha adelantado una reunión formal entre ambos en el contexto de su viaje a Nueva York, Uribe y Chávez llegaron a un entendimiento a comienzos del mes para una mediación venezolana en los preparativos para el canje y han estado en contacto permanente.

El presidente argentino Néstor Kirchner tiene, por su parte, sus propias quejas sobre la poca colaboración de Irán en el proceso para llevar a la justicia a varios iraníes sospechosos en el atentado con una bomba contra una mutual judía en Buenos Aires en 1994 que dejó 85 muertos.

Aun antes que Kirchner pronuncie su discurso, Irán ya se ha dado por aludido. El encargado de negocios en Buenos Aires Mohsen Baharvand ha sugerido que un comentario de esa naturaleza de parte del presidente pondría a Argentina del lado de quienes deseaban una guerra contra Irán.

La cancillería argentina convocó al diplomático y le dijo que sus comentarios eran «inaceptables».

Ecuador, que se apresta elegir una nueva asamblea constituyente que el presidente Rafael Correa desearía que consolide sus propias aspiraciones izquierdistas, hablará de las desigualdades del actual modelo liberal de desarrollo económico global. Correa ya dio un adelanto del tono de su discurso ante la conferencia especial sobre cambio climático realizada el lunes y ha dicho anticipándose al debate en Naciones Unidas que no tiene intenciones de cerrar el Congreso nacional una vez instalada la asamblea constituyente. El gobernante populista no tiene un solo legislador de su partido en el Congreso.

Bolivia, que está en medio del arduo trabajo de redactar una nueva constitución, espera a través de su presidente Evo Morales saludar la convención de los derechos de los pueblos indígenas aprobada este mes por las Naciones Unidas y tomar la ocasión para hablar de su trabajo en ese campo.

Pero, Morales tal vez no pueda llevar a terreno propio el derecho de autonomía de los pueblos nativos que consagra la nueva convención debido a que internamente tiene dificultades con reclamos autonomistas de algunas zonas de su país, aunque no necesariamente por aspiraciones indígenas.

Los países centroamericanos, con el presidente salvadoreño Tony Saca como abanderado más visible de la causa, hablarán de la necesidad de dar un trato más humanitario a sus emigrantes dispersos por el mundo y que constituyen con sus remesas la principal fuente de divisas de sus respectivas economías. Saca ha sido uno de los más abiertos portavoces en favor de una reforma de las leyes de inmigración en Estados Unidos. El mismo tono de preocupación por la situación de sus emigrantes vendrá de México. El presidente Felipe Calderón, quien asumió el poder hace 10 meses, ha sido uno de los más duros críticos por el trato que reciben los mexicanos indocumentados en Estados Unidos y se ha opuesto por oprobioso a la construcción estadounidense de un muro en la frontera común.