Teherán.- El Comité de Palestina del Movimiento de países No Alineados (NAM) aprobó hoy en Teherán una declaración que condena la «brutal agresión militar contra la población civil palestina en la Franja de Gaza», que ha causado la muerte de más de 1.800 palestinos y heridas a más de 8.500 en 27 días.
También se condenan los «ataques contra trabajadores humanitarios y de emergencias y periodistas».
El comité pide el «cese el fuego incondicional» por parte de Israel y llama a los países a ejercer «esfuerzos serios y colectivos para garantizar un alto el fuego basado en la iniciativa de egipto de noviembre de 2012».
Además, los ministros apoyan en el escrito «las legítimas demandas de la delegación del Estado de Palestina» y exigen «el inmediato y completo levantamiento del bloqueo israelí impuesto a la Franja de Gaza, que constituye un castigo colectivo masivo a sus habitantes, contraviene la legislación humanitaria internacional» y ha dado lugar a «una calamitosa situación humanitaria y sanitaria».
Los ministros y sus representantes exigen que se abran las fronteras de inmediato para permitir la entrada de ayuda humanitaria de emergencia y el acceso de trabajadores médicos y llaman al «fin de las políticas y prácticas israelíes que privan a los palestinos de sus tierras, propiedades y recursos naturales».
Además, piden a la ONU, otros organismos internacionales y ONG que ayuden a aliviar la situación de las víctimas enviado ayuda de forma urgente y solicitan un aumento del apoyo a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
También se dirigen directamente al Consejo de Seguridad de la ONU para exigirle que «ponga fin a la impunidad de que ha disfrutado injustificadamente Israel» y que adopte medidas para obligar a Israel a cesar su agresión y a cumplir sus obligaciones bajo la ley internacional.
Además de la ofensiva y el bloqueo, el escrito también critica, entre otros asuntos, la «continua colonización de territorio palestino por Israel», la detención de más de seis mil presos palestinos y la construcción del muro de hormigón en Cisjordania y Jerusalén Este. EFE