El hecho de que la República Dominicana haya condenado la invasión a Ucrania por parte de Rusia, haciendo causa común con los Estados Unidos, preocupa a algunos que advierten el país podría entrar en la lista negra de Vladimir Putin, quien ha amenazado con represalias a los países que no están de su lado.

Y para el colmo, justo en el país se encuentra el yate Flying Fox, de propiedad de un magnate ruso, detenido por más de una semana como parte de una investigación que llevan a cabo agentes de Estados Unidos, dentro de las medidas tomadas en contra de oligarcas rusos en diferentes países donde se les han inmovilizado bienes y dinero.

Consultado en torno a la posibilidad de que Rusia tome medida contra República Dominicana, el profesor Iván Gatón, experto en asuntos internacionales, dijo que espera que países pequeños como este no sean tomados en consideración por el Kremlin, incluyéndolo en la lista de inamistosos, a los que se les negará visas.

Señala que se trata de un gran juego geopolítico en el que los países pequeños tienen que seguir la directriz que les marca “el determinismo geográfico con la esfera de influencia imperial a la que pertenezca”.

Explica que la visión extrema , donde no es posible ver matices, solo buenos y malos, podría ser aplicada injustamente como medida de retaliación para los países pequeños que como República Dominicana, no determinan el curso de los acontecimientos de la humanidad.

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Indica que se trataría de una mala práctica para el derecho internacional en momentos que el mundo enfrenta desafíos que ameritan unidad.

“Este tipo de medidas significaría un retorno a las prácticas más deleznables de la política internacional, del “Homo homini Lupus”, “del hombre como un lobo para el hombre”, sería un letal escenario para un orden mundial basado en el derecho internacional, y para un planeta que enfrenta desafíos comunes de gran envergadura para el futuro de la familia humana y que deben ser asumidos por toda la comunidad planetaria”, expresa Gatón.

Señala que la situación actual contemporánea, por la guerra entre Rusia y Ucrania, es la formal entrada a una nueva era histórica geopolítica, que tendrá repercusiones en todo el planeta , y la forma en la que están siendo involucrados los países que no tienen nada que ver con los intereses geoestratégicos, geoeconómicos y energéticos verían seriamente afectados su sistemas políticos y económicos, por las multiformes implicaciones que arrastra este nuevo desorden global.

“Lo expresado anteriormente nos permite ver que las implicaciones geopolíticas de la guerra en Ucrania tienen su máxima expresión en lo que externara recientemente, el presidente estadounidense Joe Biden: “va a haber un nuevo orden mundial y tenemos que liderarlo”.