Países ricos no financian educación, dice BM

Países ricos no financian educación, dice BM

WASHINGTON, EFE.- Los países ricos no han cumplido su promesa de otorgar fondos para ayudar a que todos los niños del mundo terminen la escuela primaria, según un informe del Banco Mundial (BM) al que ha tenido acceso EFE.

El documento será presentado durante la asamblea de primavera de esta institución multilateral y el Fondo Monetario Internacional (FMI), los días 24 y 25 de este mes, al Comité de Desarrollo, un órgano asesor conjunto de los dos organismos donde tienen representación todos sus países miembros.

El informe hace sonar la alarma sobre el futuro del programa «Educación para Todos-Iniciativa de Vía Rápida» (FTI), lanzado en junio de 2002.

La lógica del programa es simple: los países pobres que creen proyectos bien diseñados y gestionados recibirán fondos adicionales para ayudarles a cumplir la meta de que para 2015 todos sus niños completen la educación primaria.

Varios países pobres han cumplido su parte del contrato, pero no así las naciones ricas.

Según el informe, los niveles actuales de financiación son demasiado bajos y no lo suficientemente predecibles para que los países elaboren planes a plazo medio necesarios para la capacitación y contratación de profesores.

Además de un incremento de las partidas para educación en los países pobres, el documento calcula que las ayudas externas deben aumentar de los 1.000 millones de dólares anuales actuales a 3.700 millones para conseguir la meta de 2015, «una estimación que muchos consideran conservadora», advierte.

El informe calcula que el agujero de financiación será de 204,5 millones de dólares en 2004 y de 231,5 millones en 2005 para los primeros diez países que pueden recibir la ayuda: Honduras, Nicaragua, Guayana, Níger, Mauritania, Burkina Faso, Gambia, Guinea, Mozambique y Yemen.

«La experiencia con los primeros diez países FTI indica que las perspectivas de alcanzar este objetivo son escasas a menos que haya una mejora sustancial en la respuesta internacional», concluye.

La discusión teórica tiene efectos muy tangibles en el terreno. Por ejemplo, una tercera parte de los niños hondureños no termina la primaria y más de 130.000 menores entre 6 y 12 años no van al colegio porque sus familias son pobres.

Para atajar este problema, el gobierno de Honduras fue uno de los primeros en diseñar un plan educativo dentro de los parámetros de la Iniciativa de Vía Rápida.

No obstante, el BM calcula que en los próximos dos años ese país necesitará 47,9 millones de dólares más de lo que los donantes han ofrecido para ponerlo en práctica.

Al mismo tiempo, Tegucigalpa ha tenido que congelar los salarios a los maestros para cumplir con las estrictas metas fiscales contempladas en un acuerdo firmado el pasado 18 de febrero con el Fondo Monetario Internacional (FMI), según denunció la organización humanitaria Oxfam.

El informe del BM pide a los países ricos que decidan si quieren mantener su compromiso de financiar la Iniciativa de Vía Rápida, que asumieron en 2002 tras la conferencia de Monterrey (México), en la que prometieron aportar más ayuda a las naciones pobres que pongan en práctica políticas «buenas».

La educación primaria es un área clave, pues se la considera un requisito para el crecimiento económico a largo plazo.

Más de 100 millones de niños no asisten a la escuela primaria en el mundo y 150 millones de los que van, la abandonarán prematuramente.

Por ello, algunos países pobres como Níger, Gambia, Nigeria, Guinea y Pakistán han pedido hechos y no sólo palabras en la próxima reunión del BM.

Sus gobiernos han recalcado que ellos han cumplido con su parte del acuerdo con el aumento de su presupuesto de educación, la reducción del tamaño de las clases y la eliminación de las tasas de matrícula.

Ahora le toca el turno de cumplir a los países ricos.

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