Salvo que acuerdos migratorios bilaterales digan otra cosa, los países que comparten frontera controlan el ingreso de ciudadanos de naciones vecinas. Es un ejercicio de soberanía apoyado en el Derecho Internacional, mediante el cual el ingreso de extranjeros indocumentados tiene como penalización por excelencia la repatriación o deportación. Eso rige sin importar que se trate de la frontera Estados Unidos-México, Nicaragua-Costa Rica, Colombia-Venezuela Ecuador-Colombia o cualquier otra.
Pero este ejercicio de soberanía es algo que algunos prefieren ver como paja en el ojo ajeno. Lo confirma un reportaje de la agencia estadounidense Associated Press (AP), en el que se tilda a la República Dominicana de aprovechar un brote de cólera para deportar a miles de indocumentados haitianos. Sí, indocumentados, reconoce el reporte, que trata el asunto como si se tratara de un pecado exclusivo nuestro, que Estados Unidos no comete con indocumentados de México y otros países, inclusive Haití.
El Gobierno dominicano tiene que seguir ejerciendo el derecho de no permitir estada ilegal de extranjeros, sin atender a chantaje de grupos que viven a costa de la migración ilegal, pero que jamás han recriminado a los gobiernos de los países de origen de los viajeros por mantener condiciones de pobreza y exclusión que motorizan el éxodo de sus súbditos en busca de mejor fortuna.
Medicina preventiva
Haití, que no ha superado aún la epidemia de cólera, parece estar bajo la amenaza de la poliomielitis. Casos de parálisis registrados recientemente hacen sospechar de que la enfermedad viral ha resurgido en ese empobrecido país.
De más está decir que una amenaza epidemiológica en Haití es un potencial riesgo para la República Dominicana, por el constante flujo migratorio.
Satisface saber que ante estos eventuales riesgos, el Ministerio de Salud Pública haya decidido adelantar, para fechas que anunciará oportunamente, la Jornada de Vacunación de las Américas para proteger a la niñez del país. El ministerio dice contar con más de cinco millones de dosis contra polio, tétanos, difteria, tosferina, hepatitis, influenza A H1N1, rubéola, sarampión y paperas. Prevenir es siempre preferible a tener que remediar.