Islamabad, (AP).- El gobierno de Pakistán convocó hoy a la embajadora estadounidense para exigir que las fuerzas norteamericanas en su territorio cesen de inmediato sus ataques con cohetes contra presuntos escondites extremistas cerca de la frontera con Afganistán.

Los ataques con misiles han matado al menos a dos comandantes de al-Qaida en Pakistán este año, presionando a grupos extremistas acusados de planear ataques en Afganistán y quizás en Occidente.

Sin embargo, un claro incremento en su frecuencia ha dañado severamente la alianza de Estados Unidos con Pakistán, donde el aumento de la violencia está agravando problemas económicos que minan la estabilidad de esta república islámica con armas nucleares.

Una declaración de la cancillería dijo que el gobierno presentó a la embajadora estadounidense Anne Patterson «una enérgica protesta por los continuos ataques con cohetes lanzados por aviones norteamericanos no tripulados dentro de territorio pakistaní».

Los ataques estaban resultando en la pérdida de «preciosas vidas y propiedades» y «minan el apoyo público a las medidas antiterroristas del gobierno», dijo la declaración.

«Se enfatizó a la embajadora que esos ataques eran una violación de la soberanía de Pakistán y deben cesar inmediatamente», dijo la declaración.

No se pudo contactar de inmediato a un portavoz de la embajada estadounidense para que comentase.

Comandantes militares estadounidenses se quejan de que las fuerzas pakistaníes no hacen lo suficiente contra las milicias extremistas en sus regiones fronterizas remotas, un área considerada el escondite de Osama bin Laden y su número dos en al-Qaida, Ayman al-Zawahri.

Se piensa que aviones no tripulados estadounidenses que patrullan la frontera afgana han lanzado al menos 15 ataques con misiles desde mediados de agosto, incluyendo uno que mató a 20 personas en la casa de un comandante del Talibán el lunes.

Estados Unidos raramente confirma o niega su participación en esos ataques.