A estos cuatro muchachos, Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños. Daniel 1: 17
Dios nos ha dotado de inteligencia y sabiduría para que en todo lo que hagamos nos vaya bien y nuestros caminos sean prósperos. Su intención es darnos todo lo que posee, pero necesitamos tener cuidado de no actuar independientes por el hecho de tener parte de Sus atributos.
A veces confundimos Sus bondades y atribuimos todo lo que nos sucede a nuestra propia capacidad, pero necesitamos tener presente que toda dádiva y todo don perfecto provienen de lo alto. Por lo tanto, el hombre sin Dios es nadie; Él es quien nos hace sabios e inteligentes.
Dios dio a Daniel sabiduría e inteligencia, y el rey lo encontró diez veces superior que cualquier mago o adivino de su reino. Pero esto no afectó su corazón; al contrario, el reconocimiento y la gratitud era tan grandes que oraba tres veces al día, demostrando una dependencia única y absoluta.
Es triste ver personas a quienes Dios usaba, pero en un momento todo se desvaneció, porque se apartaron del Dador. Cuando se secaron no sabían cómo llegar de nuevo a su Fuente, porque se engrandecieron tanto que olvidaron el camino que los unía. Por eso, no olvidemos lo que hace que un hombre sea engrandecido delante de la presencia de Dios: teniéndolo todo, nunca considere que puede hacerlo solo