Palabras de José Alcántara Almánzar en reconocimiento a jurados

Palabras de José Alcántara Almánzar en reconocimiento a jurados

Como cada año en esta época, la Fundación Corripio entrega regocijada los galardones instituidos en 2007, «para reconocer, en un marco de absoluta pluralidad, los aportes intelectuales que realizan diversas personalidades en los campos de la creación y la investigación», así como la contribución de diferentes organizaciones dedicadas al servicio social, humanitario, o de protección del medio ambiente, distribuidas en cuatro grandes bloques: Ciencias Sociales y Jurídicas, Ciencias Naturales y de la Salud, Arte y Comunicación. Este año, las categorías seleccionadas fueron Economía, Ecología, Arquitectura y Periodismo Cultural.

La familia Corripio Alonso, encabezada por don José Luis Corripio Estrada, presidente de la Fundación y alma de estos y otros galardones, como el codiciado Premio Nacional de Literatura, ha decidido, a partir de este año, sumar otro a los ya existentes: el Premio Familia Corripio Alonso, «concedido a discreción de la familia y por tanto no sujeto a los requisitos de las categorías establecidas», lo que garantiza un razonable margen de libertad para distinguir a quienes considere comprometidos con las mejores causas sociales, una trascendente labor educativa o de carácter social.

Las tres personalidades premiadas este año gozan de una bien ganada reputación en sus respectivos campos. En economía el licenciado Carlos Despradel, en arquitectura José Horacio Marranzini, y en periodismo cultural la crítica de arte y escritora Marianne de Tolentino. En el plano organizacional fueron galardonadas dos entidades: en ecología la Pastoral Social-Caritas y de Medio Ambiente, del Obispado de La Vega, y por la Familia Corripio Alonso, el premio recayó en «Don Bosco, Fundación Salesiana», justo este año en que se conmemoran ochenta años del establecimiento de la congregación salesiana en Santo Domingo y doscientos del nacimiento de Don Bosco.

La Fundación Corripio agradece de todo corazón la magnífica labor realizada por los miembros del jurado en cada categoría, quienes hicieron posible la elección de las mejores propuestas. Gracias a los economistas Rolando Reyes y Rolando Guzmán, los licenciados Juan José Espinal y Ricardo A. García, los arquitectos José Enrique Delmonte y Elmer González, y los periodistas Freddy Ginebra Giudicelli y Guarionex Rosa.

Don Pepín Corripio siempre ha dicho que su apoyo a las letras, las artes y las ciencias a través de los galardones establecidos es una manera de retribuir a la sociedad dominicana parte de lo que su familia ha recibido desde que llegaron al país, a principios del siglo veinte, su tío don Ramón y más tarde su padre don Manuel. Pero esa muestra de humildad de don Pepín tiene sin duda su contrapartida, porque somos los dominicanos los que tenemos una deuda de gratitud con su familia, por su aporte empresarial, su sensibilidad espiritual y su compromiso social.

Creo que el pensamiento y el arte ¿de los que son portavoces privilegiados los galardonados esta noche? nos salvan cada día de perecer en el naufragio de la vida cotidiana, tan zarandeados como estamos por todo lo que nos perturba, escamoteándonos el sosiego familiar que merecemos. Tan cierto es esto que para concluir les pido me permitan citar al estupendo escritor Javier Cercas, quien al inicio de su novela El Impostor escribió: «El pensamiento y el arte intentan explorar lo que somos, revelando nuestra infinita, ambigua y contradictoria variedad, cartografiando así nuestra naturaleza […] el deber del arte (o del pensamiento) consiste en mostrarnos la complejidad de la existencia, a fin de volvernos más complejos, en analizar cómo funciona el mal, para poder evitarlo, e incluso el bien, quizá para poder aprenderlo».

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