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Tras el paso de las tormentas Noel y Olga a finales del año pasado, más de tres mil familias desplazadas de sus hogares en la comunidad de Manoguayabo, en el Municipio Santo Domingo Oeste, se vieron obligadas a regresar a sus casas por la dictadura de la necesidad.
Pero nuevamente el temor se apodera de ellos ante los pronósticos de una intensa actividad ciclónica en la presente temporada.
La situación se nota de manera específica en los barrios Juan Guzmán, Arroyo Bonito, Bienvenido, Arroyo Bonito, Villa Colina, Ciudad Satélite y otros lugares que fueron arrasados por las crecidas de ríos y arroyos que bordean la zona.
Algunos de los que pasaron varios días en las escuelas Las Américas, Conrado Mieses, Hato Nuevo, Ercilia Pepín y otros planteles, el gobierno les entregó 15 mil pesos ante la presión de las sociedades de Padres y Amigos de la Escuela, para que los refugiados abandonaron los planteles y fuera iniciada la docencia.
Los demás, alrededor de tres mil familiasque no fueron a refugios, sino que prefirieron alojarse en casas de familiares y amigos, no recibieron recursos económicos.
Estos fueron los primeros en regresar a su posición anterior tan pronto bajaron las aguas.
Todavía hoy algunas familias tratan de reconstruir sus viviendas, aunque conscientes de que en la temporada de huracanes y que podrían ser afectados en caso que se presente un fenómeno natural.
Todos los consultadas en la zona coinciden en que los 15 mil pesos que le entregaron en noviembre para que alquilaran viviendas no fue más que un engaño para que abandonaran las escuelas por la presión de las autoridades por el peligro de que miles de niños perdieran el año escolar.
A la espera
Manuel Sánchez Montero, presidente de la Junta de Vecinos del Barrio Juan Guzmán, señala que han enviado tres cartas al presidente Leonel Fernández a través de la gobernación de la provincia de Santo Domingo en la que ruegan por una solución definitiva al problema.
Entre las sugerencias que citan en la carta resaltan la entrega apartamentos de los que construye el gobierno en Manoguayabo a las familias más vulnerables, o que por el contrario ubiquen terrenos seguros donde puedan levantar sus viviendas sin la incertidumbre de que puedan ser destruidas por fenómenos de la naturaleza.
Aquí la gente salió viva porque las aguas entraron mansas y dio oportunidad para salir con la ayuda de los organismos de socorro que vinieron en yola, señala.
Anselmo Acevedo Reyes se cansó de esperar el auxilio del gobierno, por lo que desafió el peligro al lado de la cañada Lebrón, una de las corrientes que arrasó al sector Arroyo Bonito.
En Bienvenido, donde dominicanos y haitianos comparten sin ninguna diferencia, todavía están las marcas en las casas del nivel que alcanzaron las aguas del río tras el paso de la tormenta Noel.
Celina Jiménez, madre de ocho hijos, no quiere recordar las vicisitudes por las que pasaron. Ella y sus hijos estuvieron durante varios días amontados en la escuela Ercilia Pepín.
Miriam Camacho, quien para sostenerse fabrica dulces de coco y leche en un fogón en el suelo, perdió la esperanza de habitar en un lugar seguro, como prometió el gobierno, por lo que decidió hace dos meses reconstruir su casa con piso de tierra.
La iglesia
El párroco de la iglesia Nuestra Señora del Rosario, en Manoguayabo, Miguel Amarante, lamenta que a pesar del inicio de la temporada ciclónica, el primero de este mes de junio, no haya informaciones sobre los albergues que serán utilizados en caso de evacuaciones de emergencia.
A estas alturas, dijo, todas las familias que habitan en zonas vulnerables, sobre todo luego de la lesión dejada por Noel y Olga, es como para que estén identificados los refugios con letreros para que no haya problemas en el momento que suceda el evento.
Pero no venir a ocupar iglesias y otros lugares, como pretenden las autoridades sin antes haber evaluado si estas cumplen con los requisitos de infraestructuras para albergar multitudes en caso de catástrofes, dijo.
Indicó que a pesar de la entrada de la temporada ciclónica no han sido visitados por autoridades y organismos de socorro para informarles lo que deben hacer en caso de uno de los ciclones que se pevén para esta temporada impacte el lugar.
Jasmín Carrasco, con tres hijos menores de ocho años, levantó su casa, pero con las lluvias de la pasada semana se la inundaron, algunos de sus ajuares se dañaron y tuvo que refugiarse en casa de un vecino.
Cree que esto fue un aviso de lo que podría ocurrir si se produce una temporada de aguaceros.
El Plan de Recuperación anunciado por el Presidente Leonel Fernández a finales del año pasado no ha llegado a los habitantes de esa zonas vulnerables en Manoguayabo, quienes ruegan a Dios para que aleje los ciclones de este país, porque de lo contrario podrían sufrir sustos peores que el año pasado.
Zoom
Manuel Sánchez
La carta
Señala que han enviado tres cartas al presidente Leonel Fernández a través de la gobernación de la provincia Santo Domingo en la que ruegan por un solución definitiva al problema.
Sugerencias
Entre las sugerencias que citan en la carta se resaltan entregar parte de los apartamentos que construye el Gobierno en Manoguayabo a las familias más vulnerables o que por el contrario ubiquen terrenos seguros donde puedan levantar sus vivienda sin la incertidumbre de que puedan ser destruidas por fenómenos de la naturaleza.
Ninguna respuesta
A pesar de las cartas entregadas al gobernador de la Provincia Santo Domingo, los moradores de las zonas vulnerables de Manoguayabo no han tenido respuestas, aunque sí promesas.
Las claves
1. Abandonados
Desde que los damnificados que estuvieron refugiados en las escuelas recibieron 15 mil pesos para que alquilaran viviendas, jamás tuvieron el auxilio de las autoridades.
2.Promesas
Cuando los afectados por las tormentas Noel y Olga fueron sacados de los refugios se les prometió que en pocas semanas estarían en casas seguras construidas por el gobierno.
3. Inicio de temporada
El día primero de este mes comenzó la temporada ciclónica, sin embargo, ninguna autoridad han ido a la zona vulnerable.