Desde siempre se sabe que el que mas grita y mas insulta no lo hace porque tiene la razón sino todo lo contrario, por lo que no debe extrañar ni sorprender, con el proyecto reeleccionista a punto de naufragar, la andanada del Twitero de la Presidencia, el doctor Roberto Rodríguez Marchena, contra el expresidente Leonel Fernández y su seguidores, que bien pueden compararse con las patadas del ahogado. La desesperación, como también se sabe desde siempre, es muy mala consejera y peor compañera, pues así como puede inducirnos a cometer errores de los que nos arrepentiremos toda la vida puede también poner en evidencia nuestros grandes miedos y temores, que en el caso del funcionario palaciego parece ser el tener que salir del gobierno y regresar al “ostracismo”. La culpa de esa catástrofe la tendría, según Rodríguez Marchena, la “minoría insolente” que se ha sublevado porque no ha podido reconocer la mayoría representada por el presidente Danilo Medina, razón por la cual apelan al chantaje sin detenerse a medir las consecuencias, que no son otras –dice– que la división del PLD y la pérdida del poder en las próximas elecciones. Y no solo llamó chantajistas a Leonel y sus seguidores sino también degenerados, resentidos y malcriados, agregando mas leña a un fuego que ha consumido toda posibilidad de entendimiento y reconciliación entre las facciones en pugna. Pero el que dice lo que no debe, decían los viejos de antes, escucha lo que no quiere, precisamente lo que acaba de ocurrirle al Twitero de la Presidencia luego de viralizarse su audio en WhatsApp. Porque si es verdad lo que está circulando en las redes sociales sobre lo bien que le ha ido a él y a su familia en este Gobierno se entiende perfectamente que considere la reelección como una bendición del cielo, y que piense que la “mayoría” a la que pertenece en el PLD está por encima de la Constitución y la buena salud de la democracia dominicana.