Palco personal: Amor de locos

Palco personal: Amor de locos

POR MARIVELL CONTRERAS
Acabada de salir del Teatro Nacional, me encamino al periódico Hoy para empezar a redactar esta nota como testimonio de que estuvimos ahí junto a Jandy Féliz en su añorado concierto de presentación de su arte en escena en el país.

Debemos empezar por decir que el amor fue el gran protagonista de este concierto espectacular que fue titulado como su último disco “Amor de Locos”.  

Precisamente al subir el telón un grupo de locos –no de los que abundan en las calles del país, sino vestidos con sus batas blancas- como de película, nos trajo a Jandy al escenario.  Lo escondió por un tiempo prudente y luego lo envolvió en un círculo mientras daban vueltas a su alrededor y decían versos de amor.

Este grupo resultó ser el grupo de baile que habría de acompañar, y muy bien, a Jandy durante todo el trayecto (no empezaron armonizados y sin embargo en el transcurrir se fueron convirtiendo en un solo cuerpo que se movía con gracia y pasión) tal y como iban demandando las canciones, la música y la producción.

El maestro Manuel Tejada dirigió una excelente banda de músicos que llenó de armonías caribeñas la sala Eduardo Brito y que de cuando en cuando se vio alterada por unos constantes problemas de sonido relacionados con el micrófono que usaba Jandy y los monitores por donde salía la percusión.

No es la primera vez que nos enfrentamos al fusón y experimentamos la sensación de que no todo es en vivo y que no hemos logrado compactar, sin incidentar, las secuencias con los sonidos de los músicos presentes.

Lo bueno es que Jandy logró una excelente comunicación con el público –que era mucho para las circunstancias climatológicas y para haber sido reenviado del viernes para el sábado- al que hizo su cómplice a través de sus canciones, de sus tesis sobre los hombres, las mujeres y los infantes, lo que le ganó varias carcajadas y muchos aplausos.

También se vio complacido en su anhelo de que el público transgrediera la solemnidad de la sala y varias veces se vio casi completamente parado y bailando al son que el artista y su música le provocaban.

Fue un concierto bonito.  De buen gusto.  Con invitados especiales (Guy Frómeta, David Almengod, Isidro Bobadilla, Edys Sánchez, Jackson Delgado).  No parecía aquí.  De repente pudimos estar en Brasil, Argentina o París.  Fue una noche de recuerdos y olvidos.  De necesaria reivindicación.  Jandy Feliz es un talento sin fronteras y sin embargo es nuestro.  ¡Qué alegría!

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