Palco personal: Ruleta Rusa

Palco personal: Ruleta Rusa

Después de saludar a un grupo de jóvenes amantes del teatro ingresamos a la sala Ravelo, donde encontramos a Martin Ferder, cámara en mano, grabando todas las incidencias de la misma, cosa que haría hasta finalizar la obra. En lo segundo que reparamos fue en la siempre elegante actriz y directora María Castillo, entre los asistentes de la sala, que lucía media llena (lo de medio vacía es para pesimistas).

Al sentarnos salió la advertencia de apagar los celulares y los beepers porque la función “va a comenzar”.

No subió el telón ya que la escenografía siempre estuvo a la disposición de nuestros ojos. Lo que dio por comenzado el espectáculo teatral fue el sonido del “Blues de la Zona Oriental” y la coreografía de tres de los cuatro actores principales y que se irían convirtiendo en unos y en otros en su transcurrir.

El evento empezó como contando un chisme o contando un cuento. El barrio contando los hechos a su manera, sus conjeturas y su deseo de ser de alguna manera protagonistas de esa historia. Como si hubiera llegado la prensa a averigüar una noticia de boca de los vecinos.

Los cuatro actores participaban activamente y con distintos personajes de la narración de lo que le pasó a Vitico, muerto frente a un colmado a causa del juego de la ruleta rusa.

El recurso del director y actor Henry Mercedes fue poner a María Isabel Bosch (que es la mujer de Vitico, la mujer del colmado y la presentadora de TV), a Ruth Alfonsina (que es la otra mujer de Vitico, el inspector Pimentel y presentadora de TV), a Vicente Santos (que es el morboso vecino de Vitico y coordinador de TV) y a sí mismo a hacer una caracterización caricaturezca en la mayoría de los casos, tomando el recurso de la sobreactuación para provocar la risa.

En el caso de Henry, cuando hacía el reality show sobre el juego de la ruleta rusa, parecía el doble de Tego Calderón y mientras este se desarrollaba además de que este artista puertorriqueño estaba de fondo, dio junto a María Isabel y Ruth Alfonsina una verdadera demostración de que saben lo que es perrear (bailar reggaetón).

El de Ruth Alfonsina fue un personaje muy hilarante cuando se convertía en el inspector Pimentel, cuyo vestuario, peluca y lentes recordaban a Celia Cruz y daba detalles del proceso de investigación de la muerte de Vitico mientras intentaba establecer si había sido un suicidio.

María Isabel Bosch tuvo un admirable desdoblamiento pues mientras era la colmadera que contaba, con rolos que le llegaban casi a los ojos, lograba la risa, también impactaba con la seriedad de su papel de víctima en el trío que conformaba junto a Tania y Vitico.

Vicente Santos descargaba la ya ligera obra con su estilo de enfatizar y buscarle el doble sentido a sus propias palabras y el público le respondía muy bien.

Ruleta Rusa me gustó mucho. Tiene una forma circular de contar la historia desde distintos angulos, de buscar respuestas desde todos los lados, a veces informando, otras criticando y muchas otras revelando aspectos de la cotidianidad como si la estuviera denunciando o cómo si solo fuera un llamado a la reflexión.

La escenografía de Marcelo que era una zona oriental nocturna hecha con cajas –con la ciudad pintada a blanco y negro que en un momento eran pacas (de donde sacaron los personajes sus primeras vestimentas), otras asientos, sirvieron para la cama donde yacía el muerto y para abrirse espacios de comunicación.

También las luces, la coreografía y por supuesto el texto que estaba unas veces en el contexto de la situación y otras como una voz superior que tomaba a los actores como un recurso para filosofar…

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