RAMALA, Cisjordania (AFP).- Los palestinos conmemoran el domingo en una serie de manifestaciones el 57 aniversario de la «Nakba», la «catástrofe» que representó para su pueblo la creación de Israel en 1948, a la que siguió un éxodo masivo.

   El presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abas, de viaje en Japón, declaró en un mensaje difundido este domingo que no habrá paz en Medio Oriente sin una solución «justa y de consenso» en cuanto al tema de los refugiados y la creación de un Estado palestino independiente.

   «Para alcanzar la paz, será necesario un solución justa y de consenso en cuanto a los refugiados», declaró Abas en un mensaje difundido en Ramalá, Cisjordania, en una conmemoración de la «Nakba», «catástrofe» en árabe.

   Los palestinos conmemoran este domingo los 57 años de ese drama que fue para ellos la creación en 1948 de Israel y a la que siguió un éxodo masivo.

   Abas, que es un refugiado de 1948, reafirmó en esta oportunidad el «derecho del pueblo palestino a un Estado independiente con Jerusalén como capital», subrayando que toda solución debe basarse «en las resoluciones internacionales».

   El mensaje del presidente de la Autoridad Palestina fue retransmitido en una reunión ante la tumba en Ramalá del histórico dirigente palestino Yasser Arafat, fallecido en noviembre pasado.

   El primer ministro palestino Ahmed Qurei proclamó por su lado que los palestinos no renunciarán nunca a su «derecho de regreso», en un discurso ante el Consejo Legislativo Palestino (Parlamento).

   En la ciudad de Gaza, miles de palestinos celebraron este aniversario de la «Nakba» con manifestaciones. La franja de Gaza alberga casi un millón de refugiados de 1948.

   Fueron 760.000 los palestinos que tuvieron que abandonar sus ciudades y pueblos, de las cuales más de 400 quedaron totalmente destruidas por las fuerzas judías durante la guerra de 1948.

   Los palestinos, apoyados por el mundo árabe, han exigido desde entonces que Israel reconozca un derecho a volver a Israel, conforme a la resolución 194 de la Asamblea General de la ONU.

   Pero responsables palestinos han afirmado que una vez que el principio se reconozca, las modalidades de aplicación de ese derecho serán discutidas con Israel, tal como deja entrever Abas al referirse a una solución de «consenso».

   Todos los gobiernos israelíes desde 1948 se opusieron a un derecho del regreso de los refugiados que, se llegara a realizarse, amenazaría su existencia nacional, porque el Estado judío, de 5,3 millones de fieles de esta religión podrían convertirse en minoría.

   Según estadísticas de diciembre de 2003, publicadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número de refugiados y sus descendientes se eleva a 4.136.000, de los cuales 1,7 millón está en Jordania, 920.000 en la franja de Gaza, 665.000 en Cisjordania, 413.000 en Siria y cerca de 400.000 en Líbano.

   Sólo Jordania les ha concedido la nacionalidad. La situación de los refugiados es particularmente precaria en Líbano que ejerce una gran presión para que puedan volver a Israel.

   La resolución 194 de la Asamblea General de la ONU, adoptada el 11 de diciembre de 1948 y renovada cada año, estipula que los «refugiados que deseen volver a sus hogares y vivir en paz con sus vecinos tendrán que ser autorizados lo antes posible».

   De su lado, el ejército israelí autorizó a centenares de policías palestinos, desplegados en casi todas las ciudades autónomas de Cisjordania, a portar armas individuales, informó el domingo una fuente militar.

   El ejército israelí dio recientemente esta autorización a los policías en seis de las ocho regiones autónomas urbanas de Cisjordania, según esta misma fuente.

   Esta autorización ya había sido informada de manera discreta hace varias semanas.