¡Palo si boga….! El toro bravo de la inflación atacado con el sable de las tasas

¡Palo si boga….! El toro bravo de la inflación atacado con el sable de las tasas

Banco Central (fuente externa)

Considerado el recurso que más procede para contraponerse al comportamiento inflacionario que agita al mundo, elevar en República Dominicana y otros países el costo de los servicios financieros es una ofensiva ensombrecida por los efectos colaterales que se asoman y tienden a convertir en combustible de alto octanaje aquello que es utilizado para extinguir la llamarada de los perjudiciales precios altos.

La embestida de la inflación es vista por analistas económicos locales como un problema de graves implicaciones pero muy de origen externo que escapa mayormente a la voluntad de los dominicanos. En el curso del actual debate económico afloran una y otra vez las reservas sobre la forma de combatirla con los expositores colocando énfasis en diferentes aspectos y apreciando por separado en esta coyuntura los roles que juegan el Gobierno y la Junta Monetaria.

Para el exgobernador del Banco Central, José Lois Malkún, articulista del Listín Diario, la tasa de política monetaria que se aplica en el país corresponde a la realidad de la economía global y aunque considera acertados los subsidios de que se vale el Gobierno para evitar que el costo de la vida suba demasiado, no cree que mantener la inflación artificialmente baja podría sostenerse en el tiempo sin una reforma fiscal. Su conclusión es que para salir airoso de lo que sobrevendría por factores externos que persisten, República Dominicana tendría que entregarse a la moderación de los gastos: ¡Frugalidad!

El economista Carlos Despradel, antiguo gobernador del Banco Central (1980-1982) y articulista de opinión también, expresa con severidad su preocupación sobre el propósito de estabilizar precios reduciendo el circulante apelando exclusivamente a subir las tasas, pues «son muchos los entes económicos que se verían gravemente afectados si se sigue utilizando solo este instrumento para enfrentar la inflación».

Aunque no recomienda alternativas precisas a las medidas que estrictamente restringen la cantidad de dinero en mano del público, Despradel no cree que el problema actual de la economía sea de exceso de liquidez, como lo fue hace un año, y pronostica la posibilidad de que el país continúe importando inflación «lo cual es difícil de controlar solo con políticas monetarias».

Puede leer: Déficit eléctrico podría llegar a 2,000 de dólares en 2023

Faltaría por hacer

El decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, profesor Antonio Ciriaco, advirtió recientemente que la economía dominicana seguirá descendiendo en el 2023 a pesar de que el Banco Central se identifica con las pautas del Fondo Monetario Internacional. Observa con inquietud que las medidas restrictivas del órgano rector muestren un lento efecto, pues la inflación reflejada en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) seguía en el tramo final del año en un 7% por encima del promedio registrado en enero-septiembre.

Opinó que: «esta inflación no es monetaria, es importada y tiene mucho que ver con el entorno. En la medida en que sea enfrentada con la política de subsidios la inflación será contenida, pero ojo: eso alguien tendrá que pagarlo». En cambio, el exgobernador del Banco Central (1989-90) Guillermo Caram reafirmó en este año su confianza en el manejo correcto del ente regulador, descartando que las cifras de la economía puedan ser manipuladas.

Sin embargo, para resaltar la falta de gestión pública contra el encarecimiento del costo de la vida, criticó un desbalance: mientras el turismo crece un 30%, la agropecuaria solo registra un 2%, un rezago importante contra la conveniencia de garantizar el abasto y la estabilidad de los suministros de artículos de primera necesidad. Opinó que en este medio se formulan exigencias que sobrecargan al Banco Central con objetivos que no son de su competencia.

Para Bernardo Vega, que rigió al Banco Central (1982-84), lo que procede es que en el marco del proceso inflacionario, el Presidente de la República se ocupe siquiera un 5% del tiempo que dedica al turismo «a resolver el problema minero», en aparente alusión al estancamiento de proyectos de extracción de minerales que aguardan aprobación desde la burocracia indecisa para entonces entrar en operaciones. La minería es uno de los renglones de exportación más importantes de la economía dominicana.

¡Impactan los bancos!

Consecuencias de lo que denomina «oportunas y agresivas medidas adoptadas por la Junta Monetaria para aumentar las tasas de interés» aparecen enumeradas en un reciente artículo de opinión de Carlos Despradel en el que pasa a recomendar como prudente que se tomen en consideración otros elementos antes de continuar con «esta corriente alcista». Ve en graves riesgos a muchos entes económicos y a los usuarios del crédito que ya están sometidos a un pago de intereses de un 20%, una pesada carga para clientes de los bancos.

Y algo inusitado: «Se debe tener presente que en los últimos meses numerosos bancos múltiples se han visto en la necesidad de reducir sus ya estrechos márgenes de intermediación (algunos apenas de un 2.0 puntos porcentuales) pues los aumentos de tasas que demandan los depositantes han sido mayores que la posibilidad de incrementar en forma proporcional las tasas que cobran a los usuarios de créditos».

En su apreciación, en estos momentos los normales beneficios de esos bancos están afectados, especialmente los de menor tamaño relativo, «lo que no es conveniente para la solidez del mercado financiero». Consideró además que los aumentos constantes de tasas de interés podrían afectar las inversiones productivas futuras por ser difícil hacer proyecciones financieras «en un clima de incertidumbres sobre el costo del dinero».

Alzas cuestionadas

En la introducción a un coloquio virtual sobre «la inflación galopante que recorre el mundo», el digital londinense BBC en español se preguntaba «¿qué tan rápido y qué tan profundo deben actuar las autoridades para bajar la inflación?» tomando en cuenta que países de diferentes regiones del planeta han estado aumentando el precio del dinero, «lo que en la práctica se traduce en un encarecimiento del crédito». En algunos casos las tasas asfixian actividades productivas.

La advertencia sobre la estrategia anti-inflacionaria que eleva el costo de los medios de cambio incluyó destacar que con tasas muy altas «a nadie le conviene endeudarse. Esta situación afecta a las empresas que necesitan pedir dinero prestado para llevar adelante sus inversiones, a los gobiernos que necesitan financiar el gasto público, y también afecta a las personas que requieren préstamos para comprar una casa, un auto o financiar un gasto imprevisto».

Desde su ángulo la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, toma en cuenta que una mayor inflación significa aumento de la pobreza en la región, por lo que recomienda como prioridad utilizar políticas fiscales y no solo monetarias como elemento central de las estrategias de desarrollo para aumentar las reservas de los Estados con mayores ingresos, reducción de la evasión, reorientación del gasto tributario y que los impuestos se apliquen con una escala que haga pagar más impuestos a quienes más tienen.

Publicaciones Relacionadas