A partir del 16 de agosto, cuando el presidente Leonel Fernández asuma su segundo mandato consecutivo, el precio del pan podría ser inasequible para el presupuesto familiar de la población, salvo que antes el gobierno negocie con los fabricantes para evitarlo.
Es que en agosto terminará el subsidio a la harina que dispuso el gobierno en la campaña electoral para que los industriales de la harina no aumentaran el precio del producto.
Esta situación, de acuerdo al presidente de la Unión de Medianos y Pequeños Industriales de la Harina (Umpih), Héctor Delgado, ha colocado a los panaderos en serias preocupaciones. El problema de los panaderos no será solamente la harina, ya que todos los demás ingredientes que también participan en los costos, tanto de manufactura como de distribución del producto, van en aumento. Dijo que a los panaderos no sólo les preocupa la eliminación del subsidio, sino también el incremento desproporcionado de las grasas y de otras materias primas utilizadas en la elaboración del pan. Informó que trabajan en los análisis de costos y en las medidas que deberán tomar, a medida que se acerca la fecha de dicha suspensión.
Informó que están haciendo evaluaciones con todas las regiones del país, ya que entienden que no a todas se les puede poner el mismo precio. Anunció que cuando terminen esos estudios se sentarán a negociar con el gobierno no sólo el problema de la harina, sino también otros factores que igualmente han subido más que la harina, como las grasas. Dijo que, en su momento, el gobierno deberá sentarse con ellos a negociar.
Gobierno dice cómo espera afrontar el reto
El secretario de Industria y Comercio, licenciado Melanio Paredes, informó que el gobierno prepara un paquete de medidas de corte económico que incluye el horizonte temporal de esos subsidios. Dijo que la principal preocupación del Estado es mantener los alimentos asequibles a las familias de escasos recursos.
Dijo que el gobierno tiene un plan B, que consistiría en un programa nacional de competitividad con los panaderos, que implicaría la modificación de la estructura de distribución del pan, así como también convertir sus hornos a gas natural para elevar su productividad. Paredes dijo que estos programas deberán dar resultados positivos.