Panamá acelera sus planes del turismo

Panamá acelera sus planes del turismo

Por Adam Thomson
En Panamá

Claudia y María, dos viajeras europeas con grandes bultos y reducido presupuesto están tratando de encontrar una cama para pasar la noche, pero la suerte, al parecer, no está de su parte. “Mamallena”, un hotel popular en el distrito financiero de la ciudad, está lleno durante ya para días, al igual que otros sitios muy conocidos.

Si va al escalón superior, la historia es la misma. El Ejecutivo, un hotel elevado, pero asequible, ubicado cerca no tiene ni una sola habitación.

Mientras tanto, un poco más allá, en el Sheraton Tour Points,  los empleados de la carpeta del hotel despiden amablemente a decenas de clientes frustrados.

Por ahora, al menos, Panamá está repleto. De acuerdo con cifras oficiales, el turismo el año pasado registró un neto de US$1,4 millardos. Sin embargo, Rubén Blades, el estelar de la salsa, ahora ministro de Turismo del país, cree que esto no es más que el comienzo.

 “Costa Rica y la República Dominicana se establecieron como puntos turísticos hace tiempo, pero no cuentan con lo que nosotros tenemos”, dice.

Es fácil comprender lo que Blades insinúa. Siendo el país más al Sur, y el más estrecho del istmo de América Central, Panamá ocupa una posición única en el mundo.

Gracias, principalmente, al Canal,  Panamá es uno de los corredores de navegación más importantes, y cada vez más, un centro logístico regional.

Si se empieza a viajar por esta franja de país, la diversidad geográfica y cultural es impresionante. Hacia el nordeste, los indios cuna viven en  365 islas de coral rodeados por aguas color turquesa de manera muy similar a como lo han venido haciendo durante generaciones.

Mujeres diminutas con sus piernas y antebrazos engalanados con anillos de cuentas de vidrio, la mayor parte de tiempo, cosiendo “molas”, unas piezas rectangulares de tela que unidas forman escenas que van desde los esquemas geométricos tradicionales, inspirados en lagartos y tortugas de la zona, hasta el dibujo animado japonés más reciente.

En Bocas del Toro, en la misma costa del Caribe, pero en el más lejano oeste, los pescadores descendientes de africanos viven en casas rústicas de cartón tabla brillantemente coloreadas y hablan con un rápido dialecto -una variante del inglés tan distante de sus orígenes que los visitantes anglófonos a duras penas pueden identificar una palabra entre diez.

Con una herencia cultural tan rica y una geografía tan diversa, a veces asombra pensar que el turismo en Panamá se haya rezagado tanto de sus vecinos, y durante tanto tiempo.

No obstante, Blades cree saber por qué. “No hemos tenido coordinación. El gobierno actuaba hasta hace muy poco como dedos individuales, más que como una mano”.

Sin embargo, también dice que las cosas están empezando a cambiar. Durante los últimos tres años, él y sus colegas han estado trabajando en un plan ambicioso para elaborar un inventario del país entero, que permita desarrollar la industria turística durante los próximos 20 años, de manera ordenada.

La idea, que implica definir y catalogar los títulos de propiedad, el uso de la tierra y la infraestructura disponible en cada una de las provincias del país, está destinado a identificar las áreas que requieren mayor desarrollo y ayudar entonces a diseñar proyectos específicos con los sectores privados y generar crecimiento y empleos.

Otras iniciativas incluyen una ley de turismo, que él dice deberá ser aprobada a finales de este año, y que establecería una base legal   clara dentro de la cual las compañías del sector del turismo pueden invertir y operar en Panamá. “Actualmente, no tenemos una ley que funcione”, dice. “Ni siquiera contamos con  un Ministerio de Turismo adecuado”.

No todo está en proyectos

Algunos proyectos específicos ya están en marcha. Por ejemplo, el gobierno está trabajando en un programa para establecer a Panamá como un “puerto hogar”, para los cruceros, en el que participarían varias compañías que comienzan y terminan sus giras en Panamá. Ya el gobierno está en conversaciones con varias compañías importantes de la industria, y considera que se llegará a un acuerdo concreto el año próximo. 

Otro proyecto incluido en los planes contempla negociaciones con países del Caribe, como República Dominicana y Cuba, para establecer rutas turísticas que cubran dos o más países simultáneamente.

Incentivos fiscales

También hay incentivos fiscales par alas compañías que buscan desarrollar instalaciones y proyectos turísticos.

Entre otros incentivos, incluyen exenciones de impuestos sobre las ganancias para los primeros 15 años de operaciones, exención a los impuestos por importaciones sobre los materiales de construcción que no se produzcan en grandes cantidades en Panamá y una exención sobre los impuestos de propiedad durante 20 años.

El ministro Blades admite que todavía hay mucho trecho por recorrer. “Este es un proyecto a largo plazo, y pocas personas van a cantar mis alabanzas por lo que logremos alcanzar en este periodo”, dice.

Sin embargo, no duda de que Panamá, a la larga, se convertirá en uno de los destinos más importantes del mundo, y nos trae una pequeña historia para reforzar su punto de vista.

“Cuando los españoles llegaron, tuvieron que enfrentar un calor intolerable, una selva impenetrable y algunos de los aborígenes más feroces del continente. ¿Por qué perseveraron? Porque no hay nada en el mundo como Panamá”.

Versión al español Iván Pérez Carrión

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