Si bien el COVID 19, con las variantes que se han producido y las que faltan, es la variable que va a definir este año los resultados económicos, sociales y políticos, sin embargo el país tiene otros retos, tanto o más importantes porque son temas de larga data, como la inmigración ilegal haitiana, la seguridad ciudadana, la necesidad de blindar las instituciones para reducir la corrupción y las imprescindibles reformas estructurales para garantizar la sostenibilidad del crecimiento con inclusión.
La crisis permanente de Haití representa el principal problema para el país y aunque el presidente Abinader ha clamado a la comunidad internacional que asuma su responsabilidad y salga al rescate de ese conglomerado, mientras la RD sea la válvula de alivio de esa situación, con los miles de haitianos que cruzan la frontera cada año, esa comunidad no va a intervenir a menos que el Gobierno decida cumplir y hacer cumplir la Ley de Migración y blinde la frontera con una verja.
La seguridad ciudadana es otra tarea pendiente en donde todos los gobiernos han presentado y hasta ejecutado planes que no tuvieron la continuidad. Esta administración está empeñada en modernizar y reformar la Policía, pero esa es una pata de la seguridad ciudadana, falta la prevención, la justicia, la creación de oportunidades y frenar el narcotráfico y el microtráfico causantes de una parte de la inseguridad ciudadana.
La lucha contra la corrupción es una tarea que apenas comienza, con un Ministerio Publico independiente, pero es insuficiente para garantizar un clima de controles ex – antes, con la Contraloría General de la República, y ex-pos con la Cámara de Cuentas, por ello es imprescindible modificar las leyes de ambas instituciones y en el caso de la Cámara de Cuentas multiplicar su presupuesto para que pueda contar con el personal y la tecnología para auditar las principales o la mayoría de las instituciones del Estado con la frecuencia adecuada.
También están pendiente reformas estructurales clave como la fiscal, fundamental para garantizar la sostenibilidad de la deuda y del crecimiento, sin embargo todo parece indicar que no se realizará en este periodo, también la reforma laboral, la de la seguridad social y en el ámbito político modificar la Ley de Primarias y la del Régimen Electoral.
En un recuento rápido de reformas no pueden faltar las del ámbito judicial como el Código Penal y la importante Ley de Extinción del Dominio para garantizar por la vía civil se puedan incautar activos forjados mediante el narcotráfico o el desfalco de los recursos públicos.
Dilatada es la tarea que tiene este Gobierno por delante, hizo un intento en el marco del Consejo Económico y Social, pero parecería que los esfuerzos cotidianos, en medio de presiones inflacionarias y exógenas y un clima global de incertidumbre, va a ser un obstáculo para esos cambios, especialmente cuando hay muchos intereses conspirando para que no se hagan realidad.