Pandemónium opositor, desconcierto electoral

Pandemónium opositor, desconcierto electoral

En las complejas elecciones que se vislumbran por el proceso diseñado por una JCE permisiva y cuestionada en su eficiencia; la oposición llamada a encarnar el cambio que necesita la nación no parece percatarse que conspira contra sí mismo el Pandemónium de candidaturas que está armando vía el desconcierto que provocarán en electores que no diferenciarían opositores auténticos del oportunismo opositor.
La complejidad de las elecciones la determina las tres veces que se votará en mayo/2020 -para presidente, senador y diputado- si es que finalmente queda sepultado el disparatado propósito de unificar elecciones municipales- que agregaría dos votaciones adicionales: alcalde y regidores; pretexto excusatorio de promotores de la habilitación de Medina, ciertamente cada vez menos posible pero no imposible ante la calidad de nuestros legisladores.
El pandemónium desconcertante lo comenzó el PRSC con su pretenciosa propuesta de ciencia ficción: Unión Nacional Opositora (UNO). Su presidente pretendió convertirse en mentor de dicha ficción simbolizándolo con fotografías de candidatos presidenciales emanados de primarias en segundo plano, auto-colocándose él en primero. Si bien Abinader lo rechazó indignado, Fernández lo toleró para viabilizar aceptación de nominación presidencial por PRSC; desuniéndose la UNIÓN, haciéndola nato-muerta.
Sobre candidatura PLDistas se cuecen conjeturas contradictorias que abonan pandemónium: Se discute viabilidad legal de Fernández y Castillo parece no llenar expectativas. ¿Tentaría a Danilo retomar propuesta reformista de viabilizarse? Se especula si el abrazo condolente Medina-Fernández pudiera culminar en retorno de éste al PLDismo con lo que ni él ni PRSC encarnarían oposición.
Declaraciones posteriores del PRSC pretenden hacer creer que la UNO desunida procuraba unificar candidaturas congresales y municipales, marginando presidenciales.
Simultáneamente PRM anuncia candidaturas comunes congresionales a través de “Juntos Podemos”, desafortunado nombre aparentemente inspirado en similar español en franco declive. Al integrarse por partidos que apoyan a Fernández, abonan el pandemónium desconcertante que confundirá la lectura del elector común.
Éste solo necesita saber si su voto va a permitir “continuar” el mal camino que nos está llevando el gobierno o si va a “corregir” todo lo malo que éste está implementando; para así caminar por senderos más esperanzadores.
El desconcierto se agrava al conocer que determinados nombres de candidatos barajados por la “oposición” se incluyen personeros que viven coqueteando con privilegios gubernamentales.
El pandemónium así conformado en electores demandantes de simplicidades pudiera terminar beneficiando al gobierno que aprovecharía desconciertos para permear el voto clientelista que dispone.
Si la oposición aspira seriamente cumplir sus responsabilidades tiene indefectiblemente que terminar ese flirteo gelatinoso de candidaturas con lealtades ambivalentes y rodearse de firmeza y contundencia, emitiendo un claro mensaje de cambio a los electores, debidamente personificado en candidatos sin tufos gobiernistas.

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