Un sacerdote, un sociólogo, una psicóloga y un dirigente barrial coincidieron ayer en advertir el peligro de que la delincuencia se incube desde los grupos más jóvenes y se infle por la falta de prevención por parte del Estado, de atención de la familia y de responsabilidad del sistema educativo.

Plantean que el problema de la violencia es el que arrastra a la delincuencia, y que, se lanza desde una sociedad que lo único que procura es tener: tener más, tener lo mejor y gastar más.

A estas conclusiones llega el coordinador nacional de la Pastoral Juvenil, sacerdote Luis Rosario; el sociólogo y catedrático José Antinoe Fiallo; la psicóloga Kirsy Guerra y el dirigente barrial Víctor Gerónimo, quien expone sus criterios también como abogado y periodista. Indican que se requiere más prevención, acción de la justicia y de de todos los sectores de la sociedad. Le piden al Estado fortalecer la familia, creando los programas destinados a reinsertar a los jóvenes en el sistema de enseñanza y en el empleo. Llaman a los padres a vigilar más a sus hijos.

Los protagonistas

Luis Rosario

Director nacional pastoral Juvenil
El mal esta en la familia.   El sacerdote  Rosario afirma que es el desbordamiento de la violencia se debe a la falta de armonía en los hogares dominicanos, por la ausencia de espiritualidad. El cura advierte la matriz del problema se encuentra en la proliferación y descontrol de los centros de diversión y los espectáculos negativos de que son testigos los jóvenes en los barrios. Señala que hay un exceso de casas de cita y que la gente se está acostumbrada a vivir en perversión y desequilibrio.

José Antinoe F.

Sociólogo
Modalidades sociales. El estudioso de la sociedad estima que la juventud no mide las consecuencias al delinquir y que, en muchos caso,  se interesa solo por obtener desde un celular o  un millón de dólares. Explica que esta conducta aprendida se lanza desde cuando cree que la inserción en la sociedad depende  lo que acumula, lo que logra tener como patrimonio. Considera que la alta concentración de población en la ciudad aumenta los conflictos, mientras que la prevención es equivocada.

Víctor Gerónimo

Dirigente barrial y abogado
Precariedad en la educación.  Gerónimo plantea que además de la necesidad de recursos, las familias sufren el deterioro de la educación, puesto que el sistema no cuenta con la partida que conlleva educar a una persona. Aduce que la crisis en la familia y los divorcios, que se cuentan en la mitad de los que se casan, son fenómenos que contribuyen a la violencia. Dijo que la deserción escolar es lo que hace que muchos adolescentes caigan en bandas que se destruyen entre sí y que controlan el comportamiento de los integrantes.