El pánico se ha apodera de los residentes en los sectores ubicados a lo largo del litoral Sur del Distrito Nacional, donde la   inseguridad se está manifestando con atracos y asaltos tan frecuentes que los moradores en la zona temen hasta acudir a las iglesias.

A esto contribuye el abandono  al que ha sido objeto toda la franja Sur de la autopista 30 de Mayo, que está llena de escombros, basura y malezas. Este panorama se complementa en la noche  con la oscuridad que hay por falta de lámparas, lo que convierte el trayecto en una zona apache.

La situación se ha tornado tan insegura en Miramar y otros sectores aledaños, que para los feligreses acudir los domingo a la iglesia San Francisco Javier, ubicada en la intersección de las calles Arena con Larimar,  tienen que pedir protección de la Policía Nacional.

 Angelina Sánchez, que habita en la calle Los Olivos, narra que fue víctima de los malhechores, quienes penetraron a su vivienda hace varios días, a las 10:00 de la mañana, y cargaron con todo lo que pudieron. No conforme con ello,  días después sorprendió a un ladrón dentro del patio. Tenía las mismas intenciones.

Pero la situación no quedó ahí. Hace dos semanas un hijo suyo fue asaltado cuando llegó a la casa en una jeepeta, de la que fue despojado cuando  entraba a la marquesina.

De la misma manera se  manifestaron los residentes en la calle Primera con Penetración, ya que varios vecinos han sido víctimas de asaltos a mano armada, tanto fuera como dentro de los hogares.

Mario Lozada explica que una de las modalidades de los delincuentes es acechar que las personas saquen o entren sus vehículos para sorprenderlas y arrebatarles cadenas, anillos, carteras o cualquier objeto que consideren de valor.

De su lado Cornelio Rosario, del residencial Beta, llamó la atención de la Policía Nacional para que ponga atención a quienes circulan por la zona en motocicletas, ya que casi todas las acciones delincuenciales de efectúan desde esos vehículos.

Ignacio Martín, quien vive en Costa Caribe, deplora el estado de abandono del litoral por parte del Ayuntamiento del Distrito Nacional, a tal punto que ya ni siquiera pueden caminar por el lugar porque la acera Sur ha sido ocupada por los escombros y malezas que sirven de refugio a los delincuentes.

Los residentes se culpan ellos mismos por no exigir sus derechos.

Zoom

Zona sin dolientes

En los kilómetros 9, 10 y 11 el grito es el mismo y sus moradores atribuyen el incremento de la inseguridad a la oscuridad y el abandono de todo el litoral, desde el Centro de Los Héroes hasta el elevado de la avenida Luperón. Tania Rodríguez, encargada de un negocio en el kilómetro 11 de la autopista 30 de Mayo, expresa que se  ve obligada a cerrar temprano  para no ser víctima de los delincuentes que se esconden en la maleza del litoral.