Pantalones o jeans

Pantalones o jeans

El llamado de «Milagros», con el que pretendía capitalizar votos para la reelección del candidato del funesto PPH, de que para gobernar este país se necesitaba un hombre con pantalones y que lo «tuviera bien puesto», resultó tremendo fiasco, porque en la modernidad el hombre de pelo en pecho usa el ajustado «jean» que muestra su virilidad, prenda aceptada por las «féminas» feministas que no se apean uno con bragueta y cremallera, en su conquista de más espacio social, político y económico, en esta sociedad machista.

No fue un milagro que un 57% del electorado escogiera el pasado 16 de mayo al hombre moderno de ajustado «jean» para dirigir los destinos de este devastado y engañado país, que aún no sabe que se ha hecho con los miles de millones de dólares prestado a este gobierno, como tampoco el destino de los famosos bonos soberanos «autores» de nuestra bancarrota y de la pérdida de nuestra soberanía económica.

Los insólitos pronunciamientos de nuestro atípico presidente son dignos de comentar por sus peculiaridades, como el de que los ejecutivos de la célebre AES merecen ser deportados, pero eso se lo dejará a Leonel porque él fue quien firmó el contrato. Que el problema eléctrico y el traslado de las operaciones del aeropuerto de Herrera, también le compete al anterior gobierno; que el no parió la crisis eléctrica y otras neumas más. ¿Y de la continuidad del Estado, nananina? ¿Hará lo mismo el nuevo presidente con la tremenda crisis económica que parió este gobierno? ¿Y el desastre de los hospitales que se generó en ese cuatrienio a quien se lo dejará?. Oír para creer.

Una pregunta fuera de cámara. Si así piensa el presidente, para qué compró a Unión Fenosa el 50% de las quebradas Edenorte y Edesur y dictó un decreto dando un perentorio plazo para trasladar el aeropuerto de Herrera?. Quien lo entiende.

La marrulla perredeísta no tiene frontera, todo está fríamente calculado. El presidente de la Cámara de Diputados, tan pronto se inició este ardiente verano de floridos apagones, puso en «agenda» de urgencia cuando recordó que, «el aumento general de salarios es una necesidad imperiosa en los actuales momentos, porque la paz social del país podría ser alterada»; pronunciamiento que olvidó hacer antes del 15 de mayo pasado.

Al otro día el mandamás del Senado, con olvido «consensuado» proclamó que: «La capacidad adquisitiva de los dominicanos se ha disminuido en un porcentaje sumamente considerable» y de inmediato abogaba por un ajuste salarial para compensar la inflación que sufre la población. Por pura «coincidencia» el aspirante a dirigir nuevamente la Cámara Alta opina que, la reforma fiscal conlleve un aumento salarial que compense la pérdida del valor adquisitivo del peso, para que los pobres puedan comprar alimentos y medicinas, y, para completar el ciclo misericordioso, el secretario de Trabajo considera necesario que se haga un aumento general de salario en el país. Cuanta ternura después de la derrota. Por lo visto estos señores no sabían de las vicisitudes de sus conciudadanos, que, por dedicarse a cosas más «productivas», no tenían tiempo de leer la prensa, oír o ver radio y TV, mostrando a diario el triste cuadro de nuestra indigencia. Sea usted el jurado amigo lector.

Aunque parezca raro, el superintendente de Electricidad dijo en el almuerzo semanal del Grupo Corripio no saber a cuanto asciende la demanda eléctrica del país. También declaró que la principal causa de las interrupciones del servicio eléctrico es la caída de los niveles de cobranzas de las empresas distribuidoras. ¿Entonces ese departamento no puede hacer nada para que las dos EDES del estado puedan aumentar sus cobranzas? En ocasiones escucho decir que la producción de energía es mayor que la demanda. No me explico.

Se salvaron los moradores de Guajimía porque este gobierno, ahorita como dicen los mejicanos, dispuso el saneamiento y rescate de esa cañada y la construcción de 3,000 viviendas, número mayor que las familias que moran en esos predios. Primero la gente, aunque sea un poco tarde.

La adrenalina aumenta. Un influyente miembro del gobierno amenaza dar a conocer muchos expedientes de los corruptos del pasado gobierno si tocan algunas de las teclas del piano pepeachista. ¿Se atreverán los peledeístas tocar ese piano? Si no lo hacen «e pa fuera que van».

Ahora el señor de las anillos hospitalarios sorprende a sanos y enfermos declarando con su estentórea voz que los «hospitales públicos atraviesan por un difícil momento». Gracias al Señor que este misericordioso ministro se dio cuenta tan a tiempo de la situación de esos cementerios de enfermos y que conste en acta todos los «esfuerzos» que hizo para tapar los agujeros hospitalarios que han causado más muertes que los bancarios.

Las ocurrencias de nuestros legisladores sobre el ajuste salarial en pleno período de transición las comenté con el amigo Tenedor de Libros y me rastrilló, que si el nuevo gobernante no se aprieta bien el «jean» que muestre toda su energía, esa gente se lo «comerán vivo», martillando, que nuestro Congreso prácticamente es un mercado. Ya algunos senadores comenzaron a buscar lo suyo, cuando dicen que «apoyarán la reforma fiscal si hay aumento salarial», «porque los sectores necesitados no deben seguir cargando con la peor parte» y » que no le darán la espalda a esos humildes que no tienen quien los defienda». Aleluya, primero nosotros. Y sálvese quien pueda.

El Tenedor de Libros, duro y curvero dice, que el ajuste salarial se puede hacer sin necesidad de aumentar ni crear impuestos. La solución está en el Congreso y en la Liga Municipal Dominicana. El Poder Legislativo se puede decir que no hace absolutamente nada para favorecer a las clases desposeídas. No ha tomado «asunto» en el caso de los hospitales ni siquiera para «allantar». Los legisladores no han sido capaces de interpelar a los titulares de Salud Pública y del Seguro Social, para que le digan a la población lo que está pasando con el descalabro de los hospitales. Modifican la Constitución para imponer la reelección. Crean provincias, municipios y distritos municipales, para aumentar los almacenes de botellas del PRD y PPH, y, según el rumor público, están cocinando una nueva modificación a la Constitución para aunar la elección presidencia y congresional, para permanecer en el carguito hasta el 2008. Todo para «favorecer a la clase desposeída que no tiene quien la defienda». Alabado sea el Señor.

Los contribuyentes que con sus aportes mantiene a esta «élite» que con su orgía económica desangra el erario en esta «crucial crisis», deberían ser los sacrificados y no el pueblo que está harto de sacrificios, por eso piensa como solución patriótica, que el nuevo gobierno considere la necesidad de recesar el Poder Legislativo hasta el 16 de agosto de 2008 y abolir la Liga Municipal Dominicana, que su primordial función es la distribución de cheques a los ayuntamientos, trabajo que con una docena de empleados puede hacer la Tesorería Nacional. Esa podría ser la solución, termina diciendo el amigo, para el aumento general de salario que patrocina el secretario de Trabajo. Primero el pueblo hambriento.

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