POR ROSARIO TIFÁ
Ese pedazo de tela con ribetes alrededor, convertido en lo que por años se ha denominado pañuelo, tenía solo dos usos: cubrir la cabeza o el cuello. Esta pieza ha adquirido con los años una dimensión mayor al aumentar su tamaño y multiplicar sus formas de llevarlas, convirtiéndose en las ya famosas y elegantes pañoletas y bufandas.
Otras de sus contribuciones son: realzar el vestuario femenino, ser muy combinables con otras prendas del vestuario y su facilidad de convertirse en diferentes piezas.
Infinidades de colores lisos y mezclados, están presentes en este accesorio de moda, que favorecen tanto a las jóvenes como a las mayores.
DIRECCIONES DE INTERÉS:
Atelier Jorge Diep, Plaza Las Américas, edificio No 1./ Gisela Boutique, en la calle Otilia Peláesz, esquina Juan Bautista de la Salle, Mirador Norte./ Zapiel, en la avenida Rómulo Betancourt, número 1076.