En la acogedora Sala de la Cultura del Teatro Nacional Eduardo Brito, la soprano  Paola González ofreció uno de los conciertos líricos más exquisitos de los últimos tiempos.

En la velada fue  determinante el hermoso y fino programa escogido,  compuesto de hermosísimas canciones de arte -la mayoría estrenos en el país-, de los compositores Richard Strauss, Claude Debussy, Serge Rachmaninofff y Lillby Larsen, así como el aria de   la ópera “La Traviata”, de Verdi,  “É strano! Ah,forse lui / Sempre libera.

Paola adiciona a su magnífica voz una sensibilidad desbordante, que le permite asumir con propiedad el estilo de cada compositor.

Tierna. Ora tierna, ora dramática,  Paola logra  comunicarse  con el público. La elocuencia del gesto facial, el ademán oportuno, la emotividad en cada entrega,  logran emocionar al selecto auditorio. En las canciones de la compositora norteamericana Libby Larsen  “Las últimas palabras de las esposas de Enrique VIII”,  se potencializa esa intensidad dramática, haciendo galas de un histrionismo desbordante, asumiendo la personalidad de cada reina, con  voz susurrante a veces, otras llena de energía en la que muestra un magnífico centro. Su tesitura de soprano lírica-liger, le permite abordar los agudos y sobre-agudos  del aria de “La Traviata”; el entusiasmo del público le obligan al “encoré” y ella, complacida, aborda el aria del primer acto de la Opera, La reina de la Noche, final apropiado para una reina de la lírica de nuestro país.

El concierto contó con el excelente acompañamiento  de la profesora María de Fátima Geraldes.     

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Del concierto en el TN

Dos momentos notables en la actuación de la cantante lírica dominicana Paola González en la Sala de la Cultura del Teatro Nacional Eduardo Brito fueron  la interpretación de “Morgen”, de Strauss, en la que sublimiza la esperanza, el dolor, el amor y el desamor;  y “La Romance d´ Ariel”, una de las más hermosas canciones de Claude Debussy. Sin dudas se trata de una talentosa artista.