CIUDAD DEL VATICANO (AP) El papa Benedicto XVI condenó el aborto y destacó el valor de la familia, al recibir el sábado a los participantes del Tercer Encuentro de los Presidentes de las Comisiones Episcopales para la Familia y la Vida de América Latina. Hablando en español, les agradeció su labor por «salvaguardar los valores fundamentales del matrimonio y de la familia, amenazados por el fenómeno actual de la secularización».

   «Vuestro deber de Pastores es presentar en toda su riqueza el valor extraordinario del matrimonio que, como institución natural, es «patrimonio de la humanidad».

   Condenó también los matrimonios de homosexuales, aunque sin mencionarlo explícitamente, al afirmar que «se han llegado a proponer nuevas formas de matrimonio, algunas de ellas desconocidas en las culturas de los pueblos, en las que se altera su naturaleza específica».

   Reiteró su rechazo a la «eliminación del embrión o su uso arbitrario en aras del progreso de la ciencia».

   «Al no reconocer sus propios límites y no aceptar todos los principios morales que permiten salvaguardar la dignidad de la persona, se convierte en una amenaza para el ser humano mismo, quedando reducido a un objeto o a un mero instrumento», manifestó.

   «Cuando se llega a estos niveles se resiente la misma sociedad y se estremecen sus fundamentos con toda clase de riesgos», agregó.

   Dijo que «los hijos tienen el derecho de nacer y crecer en el seno de una familia fundada sobre el matrimonio, donde los padres sean los primeros educadores de la fe de sus hijos, y éstos puedan alcanzar su plena madurez humana y espiritual».

   «Es necesario ayudar a todas las personas a tomar conciencia del mal intrínseco del crimen del aborto que, al atentar contra la vida humana en su inicio, es también una agresión contra la sociedad misma», aseguró.

   Señaló que «los políticos y legisladores, como servidores del bien social, tienen el deber de defender el derecho fundamental a la vida, fruto del amor de Dios».