Papa canoniza a dos niños de Fátima que vieron a la Virgen

Papa canoniza a dos niños de Fátima que vieron a la Virgen

FÁTIMA. Tres niños pastores estuvieron presos en Portugal y los amenazaron con tirarles aceite de oliva hirviendo cuando dijeron que la virgen María se les apareció hace un siglo. La propia Iglesia católica dudó de su relato.

Los niños, no obstante, no se retractaron y su visión reforzó la fe de los católicos portugueses, que eran perseguidos, y convirtió la pequeña ciudad rural de Fátima en uno de los sitios de peregrinaje más importantes del mundo, al que llegan seis millones de visitantes por año.

Ahora, el testimonio brindado por esos dos muchachos portugueses hace tanto tiempo le está dando a la Iglesia Católica sus santos más jóvenes que no murieron como mártires. El papa Francisco planea observar el centenario de esas visiones canonizando a Francisco y Jacinta Marto este fin de semana, cuando haga su primer peregrinaje a Fátima.

Durante su visita del viernes y el sábado, Francisco probablemente trate de promover unl mensaje de paz y plegarias, según las autoridades eclesiásticas. Según la tradición de la iglesia, la virgen María pidió arrepentimiento, sacrificio y darle la espalda al pecado durante sus apariciones ante los niños.

“En Fátima, el papa puede decirle a la humanidad que si no cambia su forma de ver las cosas, tanto en el plano político como en el económico, el mundo sufrirá”, expresó monseñor Carlos Azevedo, quien encabezó la comisión eclesiástica que reunió los 15 volúmenes de documentación sobre el fenómeno de Fátima.

Jacinta tenía siete años y Francisco nueve cuando vieron la primera aparición el 13 de mayo de 1917 junto a su prima Lucía dos Santos, de 10 años. Los hermanitos Marto fallecieron dos años después durante una epidemia de gripe española. Lucía se hizo monja carmelita y falleció en el 2005. Se está gestionando la beatificación de ella también, pero no fue posible iniciar esas labores sino hasta que murió.

Según relatos escritos de dos Santos, la virgen se les apareció seis veces a los tres menores en 1917 en un campo cerca de Fátima, donde cuidaban ovejas. Las visitas concluyeron en octubre con el “milagro del sol”, en el que una multitud observó un sol opaco que parecía girar en el cielo. Para los creyentes, esa fue una prueba de que las apariciones eran auténticas.

Tres meses después de que se reportase la primera visión, la noticia se esparcía de boca en boca y las autoridades locales colocaron a los niños en dos celdas separadas y trataron durante tres días de hacer que se retractasen. Les dijeron que los quemarían con aceite de oliva hirviendo si seguían diciendo mentiras.

Pero los niños insistieron.

“Las autoridades pensaron que era una broma”, expresó Francisco Marto, de 78 años, cuyo padre era el hermano mayor de Jacinta y Francisco.

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