ROMA (AFP).- El Papa Benedicto XVI celebró ayer, jueves, la fiesta de Corpus Christi durante la cual ofició la misa en la basílica de San Juan de Letrán y presidió una procesión por las calles de Roma ante miles de católicos.
Durante la misa al aire libre, celebrada ante una de las mayores basílicas de Roma, el Papa presidió la solemnidad del Corpus Christi, con la que la Iglesia Católica festeja la institución de la eucaristía.
A la misa asistieron unos cincuenta mil católicos y peregrinos de todo el mundo, entre ellos representantes políticos italianos, como el ex presidente de la República Francesco Cossiga y los embajadores de Estados Unidos y España ante la Santa Sede, Francis Rooney y Francisco Vásquez y Vásquez.
El Papa, teólogo de formación, habló del significado de la fiesta religiosa, de la hostia, del pan de los pobres, que nos parece una síntesis de la creación, entre el cielo y la tierra, como actividad y espíritu del hombre, dijo.
Durante la homilía, el Papa denunció la progresiva desertificación del planeta, habló de los hombres y bestias que mueren de sed en tantas regiones sin agua y pidió a los católicos que reflexionan sobre un elemento tan precioso, un don grandioso que somos incapaces de procurarnos por nuestra cuenta.
El pontífice presidirá luego la tradicional procesión que se realiza el jueves siguiente a la octava de Pentecostés, y que parte de San Juan de Letrán a la basílica de Santa María Mayor, en el corazón de la ciudad.
En la procesión participarán grupos de scouts, cofradías, asociaciones eucarísticas, representantes de las parroquias, niños que acaban de tomar la primera comunión, monaguillos, los caballeros del Santo Sepulcro, religiosas, religiosos, sacerdotes, párrocos, capellanes y prelados de Su Santidad, obispos, arzobispos y cardenales.