CIUDAD DEL VATICANO, (AFP) – El Papa Benedicto XVI divulgó este martes su primer mensaje de Fin de Año, en el que indica la vía para lograr una paz duradera tras condenar firmemente el terrorismo y los gobiernos que impulsan las armas nucleares, fomentan el odio y violan los derechos humanos.

El texto, titulado «En la verdad, la paz», será leído por el Papa el primero de enero del 2006, Jornada Mundial de la Paz, aunque fue publicado anticipadamente por el Vaticano como es tradicional.

El mensaje, que será estudiado en todas las iglesias y parroquias en ocasión del Año Nuevo, no cita algún país o conflicto en particular y sólo se refiere a las «poblaciones tan castigadas de Palestina y a los habitantes de Africa y Asia, que esperan desde hace años una conclusión positiva de los procesos de pacificación y reconciliación emprendidos».

En su mensaje, Benedicto XVI condena el terrorismo, que «con sus amenazas y acciones criminales es capaz de tener al mundo en estado de ansiedad e inseguridad», así como el «nihilismo» y el «fundamentalismo», que en última instancia «desprecian al hombre y su vida».

El Papa criticó a los gobiernos que se apoyan en las armas nucleares para garantizar la seguridad del propio país y advirtió que «en una guerra nuclear no habría vencedores, sólo víctimas».

Sin mencionarlos, el Papa desaprobó los programas nucleares de países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China, además de aquellas naciones que en los últimos años impulsan la energía nuclear, al parecer con fines bélicos como Irán, Corea del Norte, India y Pakistán.

El Papa pidió a la comunidad internacional que se comprometa de forma «clara y firme» a favor del «desarme nuclear progresivo».

«Los recursos ahorrados de este modo podrían emplearse en proyectos de desarrollo en favor de todos los habitantes, y en primer lugar, de los más pobres», agregó.

Benedicto XVI, quien recordó haber adoptado ese nombre por San Benedicto, patrono de Europa e inspirador de una civilización pacificadora, defendió con vigor el papel de la Organización de Naciones Unidas y recordó que «la comunidad internacional ha elaborado un derecho internacional humanitario para limitar lo más posible las consecuencias devastadoras de la guerra».

«Hay situaciones en las que el conflicto, encubierto como el fuego bajo la ceniza, puede estallar de nuevo causando destrucción de imprevisible magnitud», escribió.

Para Benedicto XVI «las autoridades que en lugar de hacer lo que está en sus manos para promover eficazmente la paz fomentan en los ciudadanos sentimientos de hostilidad, (…) ponen en peligro delicados equilibrios alcanzados a costa de laboriosas negociaciones y contribuyen así a hacer más inseguro y sombrío el futuro de la humanidad».

En su primer mensaje de Año Nuevo, el Papa alemán alienta a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional para que respeten el derecho internacional humanitario.

«Se impone como un deber para todos los pueblos repetar ese derecho», sostiene el Papa, al referirse en forma indirecta a las violaciones y torturas de prisioneros cometidas por parte de Estados Unidos y denunciadas en los últimos meses.

La Iglesia Catolica ha siempre condenado el uso de la tortura, recordó este martes el cardenal italiano Renato Martino, presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz.

«El aumento preocupante de los gastos militares y el comercio siempre próspero de las armas» también fueron severamente condenados por el jefe de la Iglesia Católica, quien recordó que los primeros «beneficiarios de una valiente opción por el desarme, serán los países pobres, que reclaman justamente el derecho al desarrollo».