Papa condena violencia contra lugares de culto

Papa condena violencia contra lugares de culto

ROMA,  (AFP) – El papa Benedicto XVI expresó este domingo, durante el rezo del Angelus, una «severa condena» de los actos de violencia contra los lugares de culto, tras los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes en Nigeria y los atentados contra las mezquitas en Irak de esta semana.

   «Las noticias trágicas sobre los actos de violencia en Irak se suceden estos días con atentados contra las mezquitas», declaró el papa Benedicto XVI en italiano.

   «En Nigeria ocurrieron enfrentamientos entre cristianos y musulmanes durante varios días, con numerosas víctimas y la destrucción de iglesias y mezquitas», agregó ante los fieles.

   «Al expresar mi firme condena por las profanaciones de los lugares de culto, confío al Señor a todos los difuntos y a quienes los lloran», añadió.

   «Dios, creador y padre de todos, pedirá con mayor severidad a los que derraman la sangre de su hermanos en su nombre», agregó Benedicto XVI ante miles de fieles reunidos como cada domingo para escuchar su mensaje en la plaza de San Pedro, de Roma.

   Esta semana, los enfrentamientos entre las comunidades sunita y chiíta arreciaron en Irak, país donde un importante mausoleo chiíta, el de Samarra (norte de Bagdad), y varias mezquitas sunitas fueron objeto de ataques, desencadenando una ola de violencia interconfesional que se cobró 117 vidas, según datos oficiales.

   En Nigeria, varios enfrentamientos entre cristianos y musulmanes causaron decenas de muertos tras una serie de manifestaciones de furia islámica por la publicación de caricaturas del profeta Mahoma en varios diarios de Europa.

   Según una ONG nigeriana de defensa de los derechos humanos, al menos 80 personas murieron en enfrentamientos entre cristianos y musulmanes en la ciudad de Onitsha (sur).

   Esta violencia se vio desencadenada por la llegada de un camión cargado de cadáveres del grupo étnico de los igbos, que murieron en Maiduguri (norte), durante el fin de semana a manos de musulmanes.

   Por su parte, este domingo regresó a Irak el jefe radical chiíta Moqtada Sadr, cuyo movimiento está acusado de haber participado en los recientes actos contra los sunitas, e hizo un llamamiento a una manifestación unitaria en Bagdad para reclamar la salida del país las fuerzas de Washington.

   «Sunitas y chiítas debe apoyarse y ayudarse pues no hay ninguna diferencia  entre un sunita y un chiíta. Los iraquíes están llamados a no dividirse y a unirse frente a los cruzados», añadió.

   El movimiento de Moqtada Al Sadr, acusado por el Partido Islámico Sunita de haber promovido la violencia de los últimos días contra los sunitas, hizo «las paces» el sábado con los jefes políticos y religiosos de esta comunidad.

   El movimiento selló un «pacto de honor» con el Comité de los ulemas musulmanes, principal organización religiosa sunita, que prohíbe todo ataque contra un lugar de culto, el derramamiento de sangre y condena todo acto que pueda llevar a la sedición.

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