Papa: crimen es gran amenaza

Papa: crimen es gran amenaza

CIUDAD DEL VATICANO. AP.  El crimen organizado es una “amenaza gravemente desestabilizadora” para la sociedad, dijo el papa Benedicto XVI el viernes durante una audiencia con integrantes de la Interpol, donde además pidió una mayor cooperación internacional para combatir este flagelo.

El pontífice dijo que el tráfico de órganos es uno de los peores actos de “barbarie” cometidos por grupos del crimen organizado, al indicar que las víctimas son sometidas a “humillaciones morales y físicas que esperaríamos hubieran terminado después de las tragedias del siglo XX, pero las cuales desafortunadamente han surgido otra vez”.

   “Estos crímenes transgreden las barreras morales que son construidas progresivamente por la civilización y reintroducen una forma de barbarie que niega al hombre y su dignidad”, dijo.    Italia, que combate contra grupos del crimen organizado que incluyen a la mafia siciliana, la `ndrangheta de Calabria y la camorra napolitana, fue anfitriona de la reunión de la Interpol que duró una semana en Roma.

   El jueves, la Interpol eligió por primera vez a una mujer como su presidente, Mireille Ballestrazzi, la inspectora general de la policía nacional de Francia.  

 Ballestrazzi dijo a The Associated Press que está orgullosa de lo que su nombramiento significa para las mujeres, pero destacó que ella representa a todas las fuerzas policiales que combaten al crimen.    “Necesitamos enfrentar nuevas amenazas como el crimen cibernético”, indicó. “Se trata de abarcar todos los frentes que son una verdadera amenaza como el crimen organizado, el tráfico humano y obviamente el terrorismo”.  Para el Papa, «derrotar la violencia es una tarea que debe implicar no solamente a las instituciones y a los organismos interesados, sino a la sociedad en su conjunto: las familias, los centros educativos, entre ellos la escuela».

La clave

 Exclusión social

 «Es esencial que incluso la necesaria acción represiva vaya acompañada de un valiente y lúcido análisis de las motivaciones subyacentes a estas acciones delictivas inaceptables; es preciso prestar atención especial a los factores de exclusión social y de indigencia que persisten en la población y que constituyen un medio de violencia y odio», puntualizó Benedicto XVI.   «Por tanto, la respuesta a la violencia y a la delincuencia no puede ser delegada simplemente a las fuerzas del orden», estimó.

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