CASTEL GANDOLFO, Italia (AP).- El papa Juan Pablo II denunció el «desequilibrio»» entre los ricos y los pobres de todo el mundo y elogió los esfuerzos para eliminar la hambre, como una reciente iniciativa de la ONU que busca incrementar los fondos para el desarrollo.
En su última aparición dominical de la temporada en su morada vacacional de Castel Gandolfo, el pontífice de 84 años tuvo que descansar cada tantas palabras de su discurso pronunciado ante cientos de peregrinos y turistas.
El Papa padece del mal de Parkinson y le resulta difícil caminar y hablar.
El pontífice dijo que el pasaje del Evangelio sobre Lázaro, un mendigo que comía las migajas que quedaban en la mesa de un hombre rico, era «muy apropiado en referencia al problema del desequilibrio entre la riqueza y la pobreza del mundo actual»».
El lunes, los presidentes de Brasil y Francia instaron a 110 países a que respalden una nueva declaración para combatir la hambruna y la pobreza y aumentar la cantidad de fondos destinados al desarrollo.
Más de 50 jefes de estado o gobierno se unieron en un debate realizado en las Naciones Unidas sobre el impacto de la globalización y las formas de combatir la pobreza.
Juan Pablo II dijo que el encuentro fue importante y que apuntaba a una «acción más unida y eficiente contra el hambre y la pobreza»».