El papa Francisco afirmó hoy en el avión que le lleva a Grecia y Chipre que en este viaje tocará “las llagas”, al referirse al drama de migración en Europa, de lo que hablará en sus discursos en ambos países y cuando visitará también el campo de refugiados en la isla griega de Lesbos, donde ya estuvo hace cinco años.

“Emprendemos este viaje bonito, pero donde tocaremos las llagas….Espero que podamos recoger los mensajes que nos mandarán”, dijo el papa en el vuelo hacia Chipre, primera etapa de este viaje de casi cinco días que le llevará también a Grecia.

Francisco, como es tradicional, pasó después a saludar a todos los 77 periodistas, entre ellos la enviada de EFE, que le seguirán en este viaje, marcado por su intención de tender puentes con la Iglesia ortodoxa, mayoritaria en ambos países, pero también volver a poner el foco en la migración hacia Europa.

Al pontífice, los representantes de los medios italianos e internacionales hicieron algunos regalos relacionados con el drama de los migrantes.

Un periodista francés, entregó al papa un cuadro donado por una parroquia de Calais (Francia) realizado con los trozos de tiendas en las que se refugian los migrantes y el nombre de una niña que nació en uno de los barcos que atraviesan en canal de la Mancha, pero que murió tres días después de llegar a tierra.

También se le entregó un muñeco de algún niño abandonado en la llamada playa de los Ahogados de Lesbos y recuperado por algunos cooperantes o el libro “Refugiados”, de la portavoz en Italia de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), Carlotta Sami.

Francisco ha insistió en volver a visitar Lesbos y acudirá al actual campo de refugiados en el que hay 2.500 personas lejos de las casi 10.000 que se alojaban en el centro de Moira, destruido por un enorme incendio el pasado verano.

Mientras que en Chipre, el país que más refugiados recibe de Europa en relación con su población, celebrará una oración con los migrantes.