Los papás no se imaginan cuán importante es para la procreadora de sus hijos tenerlos cerca en ese difícil momento que es dar a luz.
Hasta hace algunos años esta modalidad no existía en el país, sino que esta tarea era exclusiva de las mujeres y el padre no se vinculaba en nada que tuviera que ver con el parto, a menos que fuera el soporte económico y cosas materiales.
Sin embargo, en la actualidad, la moda de que el papá esté junto a su mujer en este momento es casi una obligación que muchas hasta le exigen.
Hay que destacar que es importante que en ese momento el papá esté ahí dándole apoyo emocional a mujer, y por demás que se entere por sus propios ojos lo que ella sufre para traer a su vástago al mundo.
Esta modalidad es algo que ha venido a sensibilizar mucho más a los padres frente a sus esposas cuando están en ese estado, debido a que antes como no se imaginaban ni siquiera mínimamente de lo que era eso, pues el trato quizás era diferente.
Hoy día los hombres tratan de ponerse los zapatos de sus mujeres porque al dárseles la oportunidad de presenciar ese trance saben que no es fácil tener a un hijo aunque físicamente no lo hayan experimentado.
No hace mucho tiempo que el parto era sólo cuestión de mujeres, en este participaban las denominadas comadronas o matronas, la madre, la suegra o la hermana de la parturienta a veces, pero el padre jamás osaba a acercarse a este escenario se esperaba el nacimiento de su prole. Este solo se limitaba a espera el primer llanto del bebé, que sería su heredero, pero siempre del otro lado de la puerta. Pero gracias a Dios esto ha cambiado y ya el hombre se integra en este proceso.
Aunque muchos se sienten inútiles, el papel del padre en el momento del parto es fundamental y necesario, tanto para la mujer como para el bebé, debido a que reciben su apoyo, lo que les da a ambos seguridad. Ella en ese momento necesita mayor seguridad que le aporta su media naranja, su apoyo y compañía, mientras que el bebé tiene el primer contacto con su padre lo que le favorece significativamente para su desarrollo y establece el vínculo y apego entre padre e hijo de manera temprana.
Algunos padres pueden sentirse desconcertados al ver a su mujer en esta situación, sufriendo dolor, a tal punto que ellos quienes disque son el sexo fuerte tienden a sufrir desmayos, lo que reitera que realmente el sexo fuerte son las mujeres porque son capaces de traer a sus hijos al mundo. Otros, aunque no llegar a desmayarse siente que van a caer redondos al suelo cuando observan el momento en que el niño viene, pero luego de momento tan difícil e intenso todo vuelve a la normalidad y la calma y el ambiente se convierte en emocionantes charlas de conversaciones, recordando la experiencia toda la vida, la que afirman no olvidarán jamás en sus vidas. pd Muchos aprovechan para tomarlas ecografías, las visitas al médico, el curso de preparación al parto, se informan en libros y revistas, y siguen muy de cerca el desarrollo del embarazo, y, cuando llega el momento se sienten más seguros y preparados para ese momento. Hay algunos padres que participan del embarazo a su manera, y que muchas veces no están tan pendientes, pero en el momento de éste se sienten igualmente emocionados.
Papel del padre en el parto
De cualquier forma es mucho lo que pueden hacer los padres. Durante la fase de dilatación, puede controlar la frecuencia de las contracciones y ayudar a la madre a realizar la técnica de respiración. También puede aliviarla dándole un masaje en la parte baja de la espalda o en el abdomen. Una vez en la sala de partos todavía es más necesaria su compañía. Puede darle apoyo y aliento, ayudando a la madre a pujar y a respirar. Mientras sostiene su mano puede relatarle cómo se desarrolla el parto y cuando el bebé nazca podrá cortar el cordón y cargarlo en sus brazos. El primer instante de contacto entre madre-padre y el bebé es muy fuerte y emotivo y marca la futura relación familiar, entre ellos.