Betania (Jordania). EFE. El papa Francisco afirmó ayer en Betania, en Jordania, que el odio y la codicia del dinero son la raíz y la causa de la guerra y acusó de la continúe la guerra en Siria a todos aquellos que negocian con los conflictos y fabrican y venden armas.
En un discurso ante cerca de 600 personas que abarrotaban la iglesia levantada en el sitio donde la historia sitúa el bautismo de Jesús, el pontífice pidió a los presentes “que busquen en su corazón una palabra para que esta pobre gente se convierta”, e instó a la comunidad internacional a ayudar a Siria a salir del conflicto. “Las raíces del mal están en el odio y la codicia por el dinero. Esto nos debe hacer pensar”, afirmó Bergoglio, quien pidió que “prevalezca la razón” para que pueda volver a reinar la paz en Siria “con la ayuda internacional». El pontífice, que volvió a salirse del guión establecido, subrayó asimismo que el diálogo es la única vía para solucionar la guerra fratricida en Siria y solicitó a todas las partes implicas que se avengan a negociar. “Me dirijo a la comunidad internacional para que no deje sola a Jordania. Y renuevo mi vehemente llamamiento a la paz en Siria”, subrayó. “Que cese la violencia y se respete el derecho humanitario”.