Papa: la yijad va contra Dios

Papa: la yijad va contra Dios

Ratisbona (Alemania) (EFE).- Benedicto XVI condenó ayer en la Universidad de Ratisbona el integrismo religioso, afirmó que la “yijad” (guerra santa) del Islam está contra Dios y que defender la fe con la violencia es una cosa “irracional”. 

El Papa resaltó las contradicciones entre el Islam moderado y el fanático, invitó a un diálogo entre religiones y entre culturas y advirtió que las “culturas profundamente religiosas” -en velada referencia al Islam- ven en la exclusión de Dios cada vez más asentada en Occidente, “un ataque” a sus convicciones más íntimas.

Ante esa situación, el Papa se mostró convencido de que es necesario y “urgente” un “verdadero” diálogo entre culturas y entre religiones para reencontrar el equilibrio entre una fe no reñida con la razón.

“En Occidente domina la opinión que sólo el positivismo y las filosofías derivadas de él son universales, pero las culturas profundamente religiosas ven en esa exclusión de Dios de la razón un ataque a sus convicciones más íntimas. Una razón que frente a lo Divino se ha vuelto sorda y rechaza la religión es incapaz de integrarse en el diálogo de las culturas”, dijo Benedicto XVI. El Pontífice hizo estas manifestaciones en el discurso que pronunció en el Aula Magna de la Universidad de la que fue vicerrector y en la enseñó Dogmática entre 1969 y 1971 ante representantes de la ciencia, en el que defendió la relación entre fe y razón y el poder llegar a Dios mediante la razón.

Ante más de 1.500 personas recordó sus tiempos de profesor en Ratisbona y mostró su satisfacción por poder impartir de nuevo una “lección”, en la que habló de las religiones, de como afrontar la difusión de la fe y de como el cristianismo ha creado Europa y sigue siendo su base.

El Papa teólogo citó a varios escritores para reflexionar sobre fe y razón en las diferentes religiones y la difusión de fe, deteniéndose especialmente en el Islam, resaltando sus contradicciones.

Recurriendo a un diálogo entre el emperador bizantino Manuel II Paleólogo (1391) con un persa, el Papa resaltó que el mandatario decía a su interlocutor que en Mahoma sólo se veían “cosas malas e inhumanas, como su orden de difundir la fe usando la espada”, mientras que el Corán proclama “ninguna obligación en las cosas de la fe”.

   Recordando las palabras del emperador, el Papa señaló que la violencia está en contraposición con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma.

   “Dios no se complace con la sangre, actuar contra la razón es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma y no del cuerpo. Quien quiere llevar a alguno a la fe necesita hablar bien y razonar correctamente y no usar la violencia y la amenaza”, afirmó el Papa.

   Agregó que para convencer a una persona no es necesario disponer de “instrumentos para atacarla ni de otros medios con los que se la pueda amenazar de muerte”.

   Sobre las referencias al Islam y una cita a Mahoma, el portavoz vaticano, Federico Lombardi, dijo que el Papa sólo quiso poner un ejemplo y que en ningún momento ha querido dar la interpretación de que el Islam es violento, aunque dentro de él haya posiciones que lo son.

   Para Lombardi lo importante es que el Papa ha advertido de que no se puede separar la fe de la razón ya que ello puede ser peligroso para el hombre.

   Benedicto XVI hizo un recorrido a lo largo de los tiempos del cristianismo y aseguró que el pensamiento griego y esta religión han creado a Europa y que sin el cristianismo Europa no sería lo que es.

   De nuevo, en el corazón del viejo continente el Papa defendió sus raíces cristianas, que el Vaticano pretende ver reconocida en la Carta Magna de la Unión Europea.

   El Obispo de Roma reivindicó el papel central de la razón en la fe cristiana y criticó la cultura occidental que sólo reconoce a la razón y “excluye el tema de Dios, haciéndolo aparecer como un problema anterior a la ciencia”.

   Después de la Universidad el Papa se trasladó a la catedral, donde mantuvo un encuentro ecuménico con líderes de las iglesias luteranas y ortodoxas, ante los que afirmó que Cristo es “el único Dios”.

   Ratzinger se quejó de que en los encuentros multireligiosos los cristianos caen fácilmente en la tentación de “atenuar un poco esa confesión central o incluso de esconderla” y que con ello no se hace un servicio al encuentro ni al diálogo, sino simplemente hacer a Dios menos accesible para los otros.

   Benedicto XVI les advirtió que es importante que los cristianos muestren “de manera completa y no fragmentada” la imagen de Dios.

   El encuentro ecuménico fue el último acto de su primer día en Ratisbona, donde vive su hermano, George, de 82 años, donde están enterrados sus padres y hermana y donde Joseph Ratzinger pensaba retirarse -aquí tiene una casa- antes de ser elegido Papa.

   La jornada de mañana tendrá un carácter privado. El Papa pasará con su hermano. 

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