CIUDAD DEL VATICANO (EFE).- El papa Juan Pablo II lamentó los ataques cada día más fuertes y radicales que se producen contra los valores del matrimonio y la familia, al tiempo que advirtió de que su devaluación causa daños a menudo irreparables.
El Pontífice recibió en el Vaticano a los participantes en la asamblea del Fórum de las Asociaciones Familiares, a los que recordó la validez irrenunciable de la unión entre hombre y mujer que se crea en el matrimonio y que da origen a la familia.
Quien destruye este tejido fundamental de la convivencia humana causa una herida profunda a la sociedad y provoca daños a menudo irreparables, aseguró.
Para el Papa, las instituciones del matrimonio y la familia son en la actualidad objeto de ataques tanto en la vertiente ideológica como en el frente normativo.
Además de los intentos de reducir la familia a una experiencia afectiva privada, criticó las tendencias de equiparar la convivencia a la unión matrimonial; aceptar la supresión de vidas humanas inocentes con el aborto voluntario; y desnaturalizar los procesos de gestación con formas artificiales de procreación.
Juan Pablo II advirtió además de que lo que se presenta como progreso de civilización o conquista científica en muchos casos es de hecho una derrota para la dignidad humana y para la sociedad.
Tras insistir en que la tecnología está al servicio del hombre sólo si tutela a todos los seres humanos, recalcó que ningún progreso civil puede derivar de la devaluación social del matrimonio y la pérdida del respeto por la dignidad inviolable de la vida humana.
El Pontífice concluyó su mensaje con un llamamiento a quienes crean en los valores de la familia y la vida para no ceder a las presiones de una cultura que amenaza los propios fundamentos del respeto de la vida y la promoción de la familia. EFE