CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco trató el domingo de inyectar energía a los católicos, diciéndoles que sean activos, ayuden a otros y diseminen la fe. Agregó que todo eso es bueno además para mantener bajos los niveles de colesterol.
El propio Francisco se vio animado el domingo, un día después de haber regresado de un atareado viaje a Egipto.
A bordo del papamóvil recorrió la Plaza de San Pedro para saludar a unos 70.000 miembros y partidarios de Acción Católica, un grupo italiano de acción social que celebra el 150 aniversario de su fundación.
El pontífice argentino de 80 años dijo a los congregados que su padre y su abuela habían pertenecido al grupo. Seguidamente dijo: «No se acomoden en sus sillas. Eso los hace engordar y es malo para el colesterol».
En lugar de ello, los exhortó a cuidar de otros, ser misericordiosos y seguir «siendo un pueblo de ‘discípulos-misioneros».