El papa Francisco afirmó ayer que «la medicina no debe descuidar la dignidad humana por intereses del mercado», al recibir a una delegación del Departamento de Odontología de la Universidad Federico II de Nápoles. “Si descuida la dignidad humana, (la medicina) corre el riesgo de prestarse a los intereses del mercado y de la ideología, en lugar de dedicarse al bien de la vida naciente, de la vida que sufre, de la vida indigente”, dijo. Y a los médicos les instó a «curar siempre» porque «no se debe descartar ninguna vida» y se debe cuidar a la persona «en su conjunto, no sólo en una parte, con «cercanía, compasión y ternura». Pero también, les indicó la necesidad «de no añadir daño y sufrimiento a lo que el paciente ya está experimentando.» Recordó su experiencia personal.
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«Cuando tenía veinte años, me extirparon una parte del pulmón que estaba enfermo. Sí, me dieron medicamentos, pero lo que más fuerzas me dio fue la mano de las enfermeras».