Ciudad del Vaticano. EFE. El papa Benedicto XVI invitó ayer a los fieles católicos a no ceder ante la avidez y la idolatría, que llegan a sus corazones y a su forma de vida, durante la homilía pronunciada con motivo de la celebración del Domingo de Ramos.
Benedicto XVI explicó que los cristianos tienen que ofrecer una imagen de fe pura y abierta a los paganos y a aquellos que atraviesan un periodo de búsqueda».
Y por ello, pidió a los fieles que sean conscientes y eliminen la avidez que llega también a sus corazones y a su forma de vida, y les preguntó- «¿No dejamos a veces, de varias maneras, entrar ídolos también en nuestra fe?».
El Papa explicó que para reconocer a Dios se tiene que abandonar la soberbia que lleva a alejarse de Dios, como si éste fuera un competidor».
Añadió que para encontrar a Dios es necesario ser capaz de ver con el corazón. Aprender a ver con un corazón joven, que no esté obstaculizado por los prejuicios o cegado por los intereses». La homilía estuvo principalmente dedicada a la explicación de la lectura sobre el episodio de la Biblia en que Jesús expulsa a los mercaderes del templo. Según el Pontífice, la expulsión de los mercaderes simboliza la creación de de un nuevo templo- que es Jesucristo mismo, y donde el amor de Dios se inclina sobre los hombres». El nuevo templo es promesa del reino de la reconciliación y del amor, que, en comunión con Cristo, se instaura más allá de cualquier frontera, añadió el Papa.