Papa llama unir fuerzas para enfrentar el terror

Papa llama unir fuerzas para enfrentar el terror

COLONIA (Alemania) (EFE) – El Papa condenó hoy con dureza el terrorismo, «opción perversa y cruel que desdeña la vida y corroe la convivencia civil», y dijo que luchar en nombre de Dios «debería llenarnos de verg~enza», al tiempo que pidió a los musulmanes trabajar juntos para extirpar la intolerancia y la violencia.

Benedicto XVI así lo manifestó en el encuentro que mantuvo en Colonia con representantes de la comunidad musulmana en Alemania, a los que comentó que quería reunirse con ellos para compartir sus esperanzas y hacerles partícipes de sus preocupaciones, «en estos momentos de la historia particularmente difíciles».

El Obispo de Roma afirmó que una de las cosas que más le preocupan es el fenómeno del terrorismo, que en diferentes partes del mundo -precisó- continúa sembrando muerte y destrucción.

«Los que idean y programan estos atentados demuestran querer envenenar nuestras relaciones, recurriendo a todos los medios, incluso a la religión, para oponerse a los esfuerzos de convivencia pacífica, leal y serena. El terrorismo, de cualquier origen que sea, es una opción perversa y cruel que desdeña el derecho sacrosanto de la vida y corroe los cimientos de toda convivencia civil», afirmó con dureza el Papa.

Benedicto XVI tendió las manos a los musulmanes y les dijo que si cristianos y musulmanes juntos consiguen extirpar de los corazones el sentimiento de rencor, contrastar toda forma de intolerancia y oponerse a cada manifestación de violencia, se frenará «la oleada de fanatismo cruel, que pone en peligro la vida de tantas personas, obstaculizando la paz en el mundo».

Según Joseph Ratzinger, la tarea es ardua, pero no imposible.

El Pontífice les dijo que está profundamente convencido de que no hay que ceder a las presiones negativas del entorno y hay que reafirmar los valores del respeto recíproco, de la solidaridad y de la paz.

La vida de cada ser humano -prosiguió el Papa- es sagrada, «tanto para los cristianos, como para los musulmanes».

El Obispo de Roma agregó que las dos religiones monoteístas tienen un gran campo de acción para unirse en defensa de los valores morales fundamentales, como son la dignidad de la persona y la defensa de los derechos que tal dignidad conlleva.

«Este es un mensaje hecho con la voz suave pero clara de la conciencia, que se ha de escuchar y que lo oigan, ya que si cesara su eco en los corazones, el mundo estaría expuesto a las tinieblas de una nueva barbarie. Sólo se puede encontrar una base de avenencia reconociendo la centralidad de la persona, superando eventuales contraposiciones culturales y neutralizando la fuerza destructora de las ideologías», aseguró el Papa.

Benedicto XVI hizo un recorrido por el pasado de las relaciones entre cristianos y musulmanes y dijo que las experiencias enseñan que el respeto mutuo y la comprensión no siempre han caracterizado las buenas relaciones entre ambos.

«`Cuantas páginas de historia dedicadas a las batallas y las guerras emprendidas invocando, de una parte y de otra, el nombre de Dios!, como si combatir al enemigo y matar al adversario pudieran agradarle. El recuerdo de estos tristes acontecimientos deberían llenarnos de verg~enza, sabiendo bien cuantas atrocidades se han cometido en nombre de la religión», afirmo Ratzinger, en ese mea culpa por la parte cristiana.

El Papa añadió que las lecciones del pasado han de servirnos para evitar que caigamos en los mismos errores.

Benedicto XVI volvió a tender la mano y afirmó: «nosotros queremos buscar las vías de la reconciliación y aprender a vivir respetando cada uno la identidad del otro». Y a la vez, exigió la defensa de la libertad religiosa.

Esa libertad -precisó- es un imperativo constante, y el respeto de las minorías «una señal indiscutible de verdadera civilización».

El Obispo de Roma subrayó ante los presentes que la Iglesia «mira con aprecio» a los musulmanes que adoran al único Dios y que si bien a lo largo de los siglos surgieron «no pocas disensiones y enemistades» entre cristianos y musulmanes, el Sínodo exhorta a todos «a que olvidando lo pasado, ejerzan sinceramente la compresión mutua, defiendan y promuevan juntos la justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad para todos los hombres».

Joseph Ratzinger dijo también que es muy importante educar bien a los jóvenes, ya que la enseñanza es el vehículo por el que se comunican ideas y convicciones.

A este respecto afirmó que cristianos y musulmanes tienen que trabajar juntos para afrontar los desafíos del tiempo actual.

«No hay espacio para la apatía y el desinterés. No podemos ceder al miedo ni al pesimismo. Hay que fomentar el optimismo y la esperanza. El diálogo interreligioso y cultural entre las dos religiones no pude ser temporal. Es una necesidad vital de la que depende en gran parte nuestro futuro», señaló el Papa.

Los extranjeros en Alemania son 7,3 millones, el 8,9 por ciento de la población. Los musulmanes son 3,2 millones, de los que dos millones son turcos. El Papa se entrevistó hoy con Ridvan Cakir, presidente de la Unión Turco Islámica del Instituto para la Religión.

Tras este encuentro, el Papa presidirá la vigilia con los jóvenes, el momento más emocionante de la Jornada Mundial de la Juventud.

 

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