En nuestro rol de papá y mamá debemos saber cómo responder cuando de igualdad se habla entre nuestros hijos. Probablemente tenemos niños y niñas en casa, los amamos de la misma manera y de esa misma forma debemos tratarlos y enseñarlos a tratar a los demás.

Una niña puede jugar carritos y armar torres, pues en el futuro ella también conducirá un carro y podrá ser una gran ingeniera o arquitecta; de la misma manera un niño podrá compartir los juegos de roles en la casita, con las muñecas y la cocina, pues en el futuro él será el hombre de una familia con hijos e hijas.

Hagamos un ejercicio desde nuestros hogares para que nuestros hijos e hijas crezcan en un ambiente de igualdad sin discriminación de género, empezando por el lenguaje que usamos, donde todos en el hogar tengan igualdad de tareas, responsabilidades y, por supuesto, oportunidades.

Papá y mamá: ustedes son el modelo de sus hijos e hijas. De la misma forma en que traten con igualdad a todas las personas que les rodean, sus hijos e hijas lo harán; esto construirá una cadena de respeto entre todas las personas, que somos diferentes pero igual de importantes.

En nuestras diferencias nos enriquecemos, nos complementamos y hacemos de la vida un lugar más agradable y justo donde vivir.

Tareas en casa que nos motivan a vivir en un ambiente de igualdad:

Niños y niñas organizar por sí mismos su habitación.

Niños y niñas ayudar a recoger la basura de la casa

Niños y niñas ayudar a poner la mesa para comer.

Tanto los niños como las niñas tienen derecho a:

Recibir un abrazo y una expresión de afecto tanto de mamá como de papá.

Recibir una fiesta por su cumpleaños

Recibir permiso para ir a una fiesta o una excursión escolar.

No clasifiques las oportunidades de los niños diferentes a las de las niñas; recuerda que todos somos diferentes pero igualmente importantes.

Tu puedes empezar HOY a marcar la diferencia desde tu HOGAR.