CIUDAD DEL VATICANO. AFP. El papa Francisco nombró como nuevo nuncio apostólico en República Dominicana al religioso nigeriano Jude Thaddeus Okolo, quien remplaza al polaco Jozef Wesolowski, destituido debido a acusaciones de abuso sexual a menores, informó este lunes el Vaticano.

El nuevo nuncio ejercía desde el 2008 como embajador del papa en la República Centroafricana y en Chad, indicó en un breve comunicado el Vaticano. Okolo, de 56 años, sacerdote desde 1983, figura entre los religiosos más importantes del continente africano.

El 21 de agosto, el polaco Wesolowski, de 65 años, fue destituido de sus funciones, una información que el Vaticano no anunció pero que fue confirmada a inicios de septiembre por Federico Lombardi, portavoz del papa, quien reconoció la existencia de una investigación en curso de la Santa Sede sobre esas acusaciones.

Por su parte, la Iglesia católica de República Dominicana había pedido a la justicia investigaciones «serias» y «sanciones» firmes.

Según la prensa dominicana, Wesolowski, nuncio en el país caribeño desde enero de 2008 y cuyo paradero se desconoce, tuvo relaciones sexuales a cambio de dinero con niños y adolescentes en Santo Domingo.

El prelado polaco, obispo desde el año 2000, también fue nuncio en Bolivia y luego en varios países de Asia Central. Fue ordenado sacerdote en 1972 por el entonces arzobispo de Cracovia, el cardenal Karol Wojtyla, después Juan Pablo II, quien lo nombró obispo en el año 2000.

Desde el principio de su pontificado, en marzo, el papa argentino Francisco se ha comprometido a luchar contra la pederastia, siguiendo la política de su predecesor, Benedicto XVI.

El 5 de abril pidió a la Congregación para la Doctrina de la Fe que ponga en marcha «medidas de protección para los menores» para ayudar «a los que fueron víctimas de violencia».
El Vaticano también ha modificado su código penal al respecto. Desde inicios de los años 2000, la Iglesia Católica se ha visto sacudida por las revelaciones de miles de víctimas de abusos sexuales cometidos hace décadas por sacerdotes católicos de todo el mundo, principalmente en Estados Unidos e Irlanda.