CIUDAD DEL VATICANO, AFP. El papa Francisco recibe el viernes en el Vaticano al presidente francés François Hollande, en medio de la tormenta mediática por sus problemas personales y por varios asuntos candentes, como el aborto y la ley para una muerte digna.

Se trata de la primera visita de Hollande como jefe del Estado a la Santa Sede, un encuentro delicado debido a los temas espinosos que deberá encarar con el argentino Francisco.

«Será como siempre una conversación franca, aunque no se informará nada de lo que hablarán», comentó a la AFP un purpurado. Hollande, soltero, padre de cuatro hijos, se encuentra en el ojo de la tormenta después de la revelación hace dos semanas de su relación clandestina con la actriz Julie Gayet.

El mandatario socialista será recibido por el papa sin la primera dama y hasta hace poco compañera sentimental, afectada por la infidelidad de su pareja.

La presencia de Valerie Trierweiler de todos modos no estaba prevista, según fuentes diplomáticas.

Francisco una autoridad moral para Hollande. El presidente francés, que busca una reconciliación con el electorado católico, contrario a su política, examinará temas de interés común con el pontífice como la búsqueda de una paz duradera en Africa, la defensa del medio ambiente en vista de la conferencia mundial sobre el cambio climático en Francia del 2015, la protección de los cristianos de Oriente, la justicia financiera, la pobreza y el aumento de la desigualdad social.

«El papa es una gran autoridad moral» y el encuentro «puede ser útil y precioso, en particular sobre la cuestión siria, para trabajar en favor de una solución política, en vista de las negociaciones de Ginebra», adelantó Hollande.

Pero el tema más complejo que deberán abordar es el del aborto, después de que la Asamblea Nacional francesa eliminara esta semana la obligación de que la mujer deba alegar «desamparo» para interrumpir el embarazo.

El aborto es legal y libre en Francia hasta la semana 12 con esa justificación desde su aprobación en 1975.   Mientras en España el gobierno de derecha promueve una reforma que limita el aborto, Francia se dirige en dirección opuesta y lo flexibiliza.

La batalla en España responde al pedido lanzado por el papa argentino a los políticos católicos de luchar en todo el mundo para enmendar o abrogar esas leyes.

El domingo pasado Francisco envió además un mensaje de aliento y apoyo a la marcha a favor de la vida en París, confirmando de nuevo su clara condena al aborto.

Según fuentes del gobierno francés, la reunión no girará en torno a esos asuntos, ya que lo que Hollande desea es enviar un mensaje de diálogo a los católicos de su país.

Una suerte de respuesta a la petición dirigida al papa y firmada hasta ahora por más de 100.000 católicos franceses para que se tenga en cuenta su «malestar» de cara a la política socialista.