Papa recibido hostilmente en  país natal

Papa recibido hostilmente en  país natal

BERLÍN.  AFP.  El papa Benedicto XVI se vio confrontado a los escándalos de pedofilia ayer, al iniciar una visita de cuatro días a Alemania, su país natal, donde fue objeto de manifestaciones hostiles.

«Puedo comprender que ante tales informaciones, sobre todo para los allegados a las personas afectadas, alguien pueda decir: ya no es mi Iglesia», declaró Benedicto XVI, respondiendo a los periodistas que lo acompañaban de Roma a Berlín.

Al mismo tiempo, el sumo pontífice invitó a los fieles a «soportar esos escándalos terribles» permaneciendo dentro de la Iglesia, que es mucho más que una «asociación deportiva o cultural».

Haciendo alusión a la pesca milagrosa del Evangelio, el Papa declaró que la Iglesia era «la red del Señor en la cual los peces buenos y malos son sacados de las aguas de la muerte hacia la tierra de la vida».

El presidente de la asociación de víctimas alemanas Eckiger Tisch, Matthias Katsch, comentó: «Si se espera cambiar algo, hay que quedarse. Pero cuando se ha perdido la esperanza, hay que partir para mostrar que la Iglesia va por mal camino».

El Papa terminó la jornada incidiendo en el mismo tema, al celebrar una misa ante 70,000 fieles en el Estado Olímpico de Berlín, construido para los Juegos de 1936, organizados por el régimen nazi.

El obispo de Roma mencionó en su sermón «la experiencia dolorosa de que en la Iglesia hay peces buenos y malos, grano y cizaña».

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