CIUDAD DEL VATICANO, (AFP).- El Papa Benedicto XVI exigió ayer, martes, “derechos” y “dignidad” para los inmigrantes en todo el mundo y en particular para los “refugiados, desterrados, evacuados y perseguidos”, informó en un comunicado la Santa Sede.

En un mensaje divulgado en ocasión de la Jornada Mundial del Migrante, que se celebrará el 14 de enero del 2007, y que se leerá en todas las iglesias y parroquias, Benedicto XVI invitó a la comunidad internacional a ratificar la convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, en vigencia desde el 2003. “Hay que obrar para que sean garantizados los derechos y la dignidad de las familias de inmigrantes y para que sus viviendas respondan a sus necesidades”, escribió el Papa.

“Es necesario tomar acciones legislativas, jurídicas y sociales para facilitar la integración de la familia del inmigrante”, agregó el pontífice, quien citó a la familia de Nazareth (María, José y Jesús) como “ejemplo de todos los prófugos, desterrados, evacuados y perseguidos”, que se ven obligados a abandonar sus patrias.