Papel de la vitamina D en nuestro cuerpo

Papel de la vitamina D en nuestro cuerpo

Sistema inmune. Favorece respuestas inmunes e impide excesiva activación

Una acción muy conocida de la vitamina D es aumentar la absorción intestinal de calcio y fósforo.
En el hueso estimula diferenciación, actividad y número de las células óseas.

Se ha reportado que la dosis de 800 UI/día de vitamina D reduce el riesgo de caídas en las personas mayores. Suplementación en combinación con el calcio puede reducir la incidencia de fracturas, favoreciendo además que los niveles séricos de vitamina D aumenten a valores normales.

En el riñón aumenta la retención el calcio y fósforo, disminuyendo así la eliminación por la orina.
Fuera del hueso y riñón, otros efectos en investigación se destacan la regulación de la biología sobre la pared vascular o endotelio, músculo liso y cardíaco, reduce producción de renina y angiotensina que participan en la regulación de la presión arterial; a nivel del páncreas favorece la secreción y sensibilidad de la insulina, así como la captación de glucosa en los tejidos.

Favorece las respuestas inmunes, cuando es necesario e impide su excesiva activación y duración, o sea limita los procesos inflamatorios y evita reacciones autoinmunes como en artritis reumatoide, esclerosis múltiple, lupus sistémico, diabetes tipo 1, etc.

Además, por estar involucrada en la regulación del crecimiento celular, su acción contribuye en la prevención de la progresión tumoral por reducción de la angiogénesis e incremento de la diferenciación celular y apoptosis de las células cancerígenas.

En las células cancerosas aumenta la apoptosis o muerte de líneas de células tumorales.