Para analizar la cantidad de dinero

Para analizar la cantidad de dinero

La respuesta más rápida a la pregunta de cuánto dinero podríamos tener todos los dominicanos (familias, empresas y el Estado incluidos) consiste en contar la cantidad de billetes y monedas en circulación.

Vaya usted sumando: 25,903 millones de billetes de 2,000 pesos; 21,353 millones de 1,000 pesos; cerca de 13,283 millones de 500 pesos; 1,677 millones de 200 pesos; 4,159 de 100, y unos 3,713 millones que suman billetes y monedas de 50, 25, 20 10, 5 y  un pesos.

En total, aproximadamente 70,088 millones de pesos de dinero en efectivo en circulación a diciembre de 2009. Pero, entonces, ¿cómo analizar su comportamiento?

El dinero es fácil de regular, ya que el Banco Central puede decidir la retirada de billetes viejos (o monedas) y su sustitución por otros nuevos, así como el aumento de la cantidad total de dinero en efectivo. Naturalmente, nadie puede pensar que somos ricos cuanto más dinero exista en el país. Porque la cantidad de dinero que circula es un pasivo monetario. El dinero sirve para comprar lo que realmente se produce y, si aumenta mucho, terminará provocando sólo una elevación de los precios. En algunos países y períodos históricos, los gobiernos han acudido a la “máquina de hacer dinero” para financiar sus déficits, cubriendo el desfase entre los ingresos y gastos públicos con nuevo dinero emitido que ha ido acelerando la inflación hasta límites desconocidos en cualquier país de América Latina. Esta práctica de financiar déficits públicos con “apelación” al nuevo dinero fabricado por el Banco Central del país ha sido desterrada automáticamente en muchos países, proponiendo como modelo un Banco Central con autonomía política suficiente como para marcarse sus propios objetivos de creación de dinero pero con manejo independiente.

Definición y creación.  Aunque existe un amplio acuerdo entre economistas sobre la importancia del dinero, nunca han estado de acuerdo en cómo definirlo y medirlo. Las discusiones de actualidad sobre la definición más adecuada del dinero no permiten decidirse a priori sobre este concepto. Los dos enfoques básicos para medir la cantidad de dinero son el “enfoque de transacciones” y el “enfoque de liquidez”. Los defensores del enfoque transacciones afirman que la esencia del dinero radica en que éste tiene aceptación como medio de pago para adquirir otros bienes y servicios. Tales activos abarcarían las monedas y el papel moneda con las cuales se pueden girar cheques. El enfoque liquidez enfatiza la función del dinero como depósito de valor y le resta importancia al papel que desempeña como medio de pago. Para evaluar la cantidad de dinero enfatiza que la propiedad esencialmente distintiva del dinero es que éste es el más líquido de los activos.

La oferta monetaria estricta o medio circulante (M1), que define el dinero como el numerario en manos del público y depósitos a la vista (DV) es la fórmula usual más aceptada como dinero. Por ello, el dinero en sentido estricto está catalogado como tal en las estadísticas monetarias del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de muchas otras instituciones financieras de todo el mundo.

Así, considerar como dinero a la suma del efectivo que llevamos (56,600 millones) en forma líquida más las cuentas en depósitos a la vista o en saldos en cuenta corriente (unos 90,627 millones) es lo que llamaríamos “medio circulante” o “M1”. De esta forma, la relación entre el M1 y el Producto Interno Bruto (PIB) es lo que llamamos “coeficiente de liquidez de la economía”, constituyendo la proporción de dinero que circula en forma inmediata en función de la producción total de bienes y servicios del país. Ya en el pensamiento económico más tradicional se había insistido mucho en la importancia de ese coeficiente de liquidez, es decir, entre la cantidad de dinero y los productos que pueden adquirirse con él. Parece evidente que si aumenta mucho el dinero disponible y no lo hace la producción de bienes, la consecuencia será que aumenten los precios, a fin de igualar, finalmente, la capacidad de compra con lo disponible para la venta.

Pero también son casi dinero nuestros ahorros en cuentas de ahorro, a plazo, e incluso las inversiones financieras más rápidamente transformables en efectivo.

La oferta monetaria amplia (M2) es una medida más global de la oferta monetaria, que incluye, además del llamado M1, el cuasi-dinero, es decir, los depósitos de ahorro y los depósitos a plazo. Los economistas han ido ampliando el concepto de oferta monetaria agregando más activos financieros, hasta llegar al conjunto de los activos líquidos en manos del público, que incluyen ya pagarés, letras y similares.

El dinero primario o base monetaria (163,349 millones) es definido como el “dinero base” o de “alta potencia” de una economía. Y constituye un elemento preponderante en la explicación de los cambios en M1 y M2. De este modo, esa la base monetaria de un país puede definirse por sus fuentes de recursos o por sus usos.

Definida por sus fuentes, la base monetaria puede definirse como la suma de las reservas internacionales netas, el crédito interno y otros activos netos.  Por sus usos, o sea por la forma en que se destinan los recursos monetarios, o la forma en que el público no bancario y los bancos de depósito y ahorro utilizan la base monetaria ofrecida por el Banco Central, está constituida por el numerario en poder del público más el numerario conservado por los bancos comerciales (liquidez bancaria) y los depósitos de éstos en el Banco Central (que incluyen los montos recibidos por concepto de encaje legal). Es claro que también los bancos crean dinero en cuanto conceden créditos muy por encima del dinero efectivo que tienen en caja. La consecuencia inmediata es que la cantidad de dinero ya no se controla por el Banco Central simplemente no emitiendo nuevos billetes.

Es preciso vigilar la creación de dinero que realizan los bancos, las cajas de ahorro u otras entidades financieras.

Para analizar la evolución de la cantidad de dinero en la economía, es preciso considerar varios indicadores útiles. Podemos observar el comportamiento de las reservas monetarias en bóveda, billetes emitidos, efectivo, liquidez bancaria, emisión, circulación, la oferta y base monetaria. No obstante, es sobre todo importante considerar que la proporción promedio de los depósitos totales que el público mantiene en sus manos (coeficiente de liquidez del público), al mismo tiempo de analizar la proporción de disponibilidad que mantienen los bancos en función al dinero que debieran mantener en reservas en una cuenta corriente en el Banco Central (coeficiente de encaje legal). En la economía dominicana podemos ver cómo cambia bastante la velocidad en circulación y cómo existen diversas formas alternativas de calcular la cantidad de dinero. La velocidad en circulación definida de manera más agregada, al medirla a través de la relación PIB/M2, ha mantenido cierta constancia en niveles del 5% en los últimos 50 años (4.7 en 1947 a 3.3% en 2009).

Generalmente el efectivo en manos del público representa más del 80% del total de la circulación monetaria del país y promedia una tasa de crecimiento de 17% entre 1970 y 2009. Hacia 1966, los billetes en circulación suponían aproximadamente el 34% del dinero disponible. Para entonces, este dinero pasaba más rápidamente de mano en mano que los depósitos en cuentas corrientes, que representaban el 66% de la oferta monetaria (M2). No obstante, hoy día podemos comprobar  que el dinero en billetes y monedas apenas supone una cuarta parte de la oferta monetaria ampliada (11.2%), mientras los depósitos a la vista representan un 35.8%. 

La cifra

23.53%  ha sido la tasa  de crecimiento promedio de la oferta monetaria ampliada (M2) de la RD en  1989-2009. En ese lapso, las tasas de interés pasivas promediaron un 15.2%, marcando una tendencia a su reducción a partir del  2005.

Zoom

Lo que circula y se multiplica

La circulación monetaria de un país se define como la cantidad de dinero que se encuentra disponible en el agregado de los bancos y como liquidez bancaria. Por diferencia, puede determinarse la que se encuentra en poder de los particulares. Este indicador se utiliza como primer índice de la monetización de la economía. Permite verificar el volumen actual de moneda  y su distribución. Para determinar y/o controlar la oferta monetaria, se  halla y analiza el valor del multiplicador monetario. El multiplicador indica la relación entre la cantidad de dinero y la cantidad de base monetaria. Este multiplicador reflejará la cantidad de pesos en forma de dinero que es generado por cada peso de dinero primario. Así, el multiplicador será mayor que 1 y aumentará, cuanto más se incremente la fracción de la cantidad de dinero en forma de depósitos.

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