Para bien o para mal, ellos cambiaron
el mundo

Para bien o para mal, ellos cambiaron <BR>el mundo

POR ALEXIS MÉNDEZ
Fue una verdadera revolución la que se orquestó a su alrededor. Más que una revolución musical, fue sociocultural. Algo sin precedente. Tengo que escribir sobre ellos, y sé que muchos amigos dirán que vengo con lo mismo; pero es que siempre hay algo que decir de sus figuras.

“Revólver” marcó un nuevo hito a partir de 1966. Resaltaba la calidad de las composiciones, con versos acabados y melodía innovadoras. Se constituyó en una verdadera obra maestra.

Ya antes habían cambiado otras cosas. Por ejemplo, su vestuario de niños buenos y el pelo corto, no eran característico de los adolescentes hasta su aparición.

Encontré un artículo de Gabriel García Márquez, fechado el 16 de Diciembre de 1980, en el que el escritor define las canciones que ellos dejaron como “la única nostalgia común que tienen los adultos con sus hijos”. Y es que no se necesita haber vivido aquella época para sentir su grandiosidad. En mi caso, fui empujado a su mundo musical por “Le it be” y el fanatismo de mi tío Wilfredo, siendo apenas un niño.

Además ellos rompieron la barrera generacional del rock n’ roll con “Yesterday”, que cautivó tanto a mayores como a chicos. Ese fue el comienzo de un suceso que Gabo definió en su escrito como “el duro aprendizaje de una relación distinta entre padres e hijos, el principio de un Nuevo diálogo entre ellos  que había parecido imposible durante siglos”.

Sin dudas, marcaron pautas a través de su música y forma de vida. Cuando su imagen pulcra estaba afianzada, la cambiaron por barbas y cabelleras largas. Por ellos, las mujeres comenzaron a desnudarse con naturalidad.

Para bien o para mal, grabaron “Sgt. Peper lonely heart club band”, un disco complicado, que produjo una liberación, y que aglutinó elementos necesarios para crear lo que luego se denominó “Música Pop”.

La música de “Sgt. Peper?” inspiró a otras vertientes del arte. Fue el germen de la revolución Hippie, un movimiento con filosofía propia; con imagen gráfica que se consolidó en el Pop art, con sus poetas, Jack Kerouac y Allen Gensberg; con sus intelectuales, los cantautores Bob Dylan y Joan Báez; con su cruzada, y la guerra de Vietnam.

Los Hipíes también buscaban la trascendencia existencial en religiones de origen oriental, y drogas como el LSD y la marihuana. Este último punto marcó la destrucción de la comunidad Hippie, y hasta en esta parte ellos tuvieron su cuota de responsabilidad cuando dijeron que para producir a “Sgt, Peper?” tuvieron que buscar inspiración en el consumo de drogas. Estas declaraciones sacaron las drogas de la clandestinidad. Muchos Jóvenes se lanzaron al consumo desmedido, y muchos músicos se arrebataron hasta la muerte. Son los casos de los nombrados mártires del Rock: Jimi Hendrix, Jim Morrison y Janis Joplin.

Para bien o para mal, habían dividió el siglo XX en antes y después de ellos. Gabo lo aseguró, y citó a su amigo, Emilio García Reira, quién declaró que los escuchaba con cierto miedo, porque sentía que se iba acordar de ellos por todo el resto de su vida.

A veces me pregunto si su legado hizo más daño que bien. Pero no puedo contestarme. Lo único que sé es que, para bien o para mal, Los Beatles, cambiaron el mundo.

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