Las esencias de las plantas aromáticas son poderosos antibióticos, con efecto local y general muy importante para la salud, al respirarlas, las metemos directamente a través de las mucosas nasales hasta los senos maxilares, frontales y etmoidales, también llegan a la mucosa pulmonar y de ahí pasan a la sangre, para actuar a nivel de todo el organismo.

Se calienta una olla grande de agua hasta que hierva, se aparta del fuego, nos cubrimos la cabeza con una toalla, nos ponemos encima de la olla y echamos esencia de tomillo, dos o tres gotas, cuando notemos que ya no sale más vapor con la esencia al inhalar profundo, echamos esencia de lavanda, varias gotas y repetimos la operación, durante unos cinco minutos. Se puede también usar esencia de pino o de eucalipto.

Lo ideal es hacerlo dos veces al día, por la mañana y por la noche, durante 4 o 5 días.

Automasaje

Durante una semana y con un poco de crema de cualquier clase, o con aceite de almendras o de oliva, podemos añadir una gota de alguna de las esencias y hacemos círculos profundos en:

Ojos: Comenzamos por hacer círculos repetidos alrededor, han de ser movimientos profundos, sintiendo los puntos dolorosos, estos siempre nos hablan de bloqueos o zonas que no están sanas, este masaje es muy bueno también en los problemas en los ojos (ojeras, miopía, catarata, glaucoma, astigmatismo, vista cansada, conjuntivitis).

Nariz: repasamos toda la nariz, desde la base hasta la raíz, en toda su extensión, además en la misma base, a ambos lados de las aletas nasales, hacemos círculos pequeños en un punto muy importante del meridiano de intestino grueso( IG 19) que sirve para combatir la sinusitis, alergias, gripes, nariz obstruida, etc.

Frente: con los cuatro dedos de una mano derecha arrastramos la piel de la frente desde la sien del lado izquierdo a la sien del lado derecho, también con la mano izquierda, repetimos varias veces, estos movimientos nos ayudarán a relajar la mente, aliviará los problemas oculares y los dolores de cabeza.

Pómulos: con ambas manos, trazamos círculos pequeños que barren ambos pómulos, de fuera hacia dentro y bajando poco a poco, llegamos hasta las encías, y separando un poco los dientes masajeamos también encima de las encías pero desde la piel externa, trabajamos también la mandíbula inferior, tanto por arriba como por abajo, debajo de la barbilla.

Mano: masajearemos un punto situado entre el dedo índice y el pulgar, en la confluencia de los dos, en la piel donde se unen, ahí haremos círculos profundos, también sirve una presión fuerte , durante unos minutos, es normal que este punto sea doloroso, este punto también nos sirve para aumentar la energía general del organismo.

– Puedes añadir al tratamiento los emplastos de verbena.

Fuente: Prevenir